Guía de práctica clínica sobre el carcinoma epidermoide cutáneo (BAD, 2022)

  • Guías de Práctica Clínica
El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados. El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados.

Estos son algunos de los aspectos más destacados de la guía, sin análisis ni comentarios. Para más información, ve directamente a la guía pulsando en el enlace de la referencia.

La Asociación Británica de Dermatólogos (BAD, por sus siglas en inglés) actualizó en febrero de 2023 su guía de práctica clínica sobre el tratamiento del carcinoma epidermoide cutáneo o de células escamosas in situ (enfermedad de Bowen).[1]

Debe ofrecerse monoterapia tópica con 5-fluorouracilo (5 %) a los pacientes con carcinoma epidermoide in situ con lesiones de menos de 2 cm de tamaño en zonas de bajo riesgo y a los pacientes que no puedan o decidan no someterse a otros tratamientos.

La crioterapia debe ofrecerse como tratamiento de primera línea a los pacientes con lesiones in situ de menos de 2 cm de tamaño.

El curetaje con cauterización debe ofrecerse como tratamiento de primera línea a los pacientes con lesiones in situ pequeñas.

La terapia fotodinámica habitual con luz roja debe ofrecerse como tratamiento de primera línea a los pacientes con carcinoma epidermoide in situ, especialmente en los sitios que cicatrizan mal o en un área estéticamente sensible y en lesiones grandes y múltiples.

Se ha de ofrecer la escisión quirúrgica estándar a los pacientes con carcinoma epidermoide in situ en situaciones en las que exista incertidumbre respecto a la enfermedad invasiva. Un margen clínico de 3-5 mm es óptimo.

Los pacientes inmunocompetentes con carcinoma epidermoide in situ deben remitirse para radioterapia solo cuando la resección quirúrgica no sea una opción adecuada o cuando la lesión sea recurrente o rebelde a otro tratamiento.

Los pacientes inmunocompetentes no deben recibir radioterapia para las lesiones en la parte inferior de las piernas debido a la prolongación del tiempo de cicatrización.

Si está disponible, la terapia con láser debe considerarse para el carcinoma epidermoide in situ cuando otros tratamientos han fracasado o son inadecuados. El tratamiento ablativo con láser de dióxido de carbono puede ser más eficaz para el carcinoma epidermoide in situ que el tratamiento no ablativo con láser de neodimio: itrio-aluminio-granate (Nd:YAG).

El procedimiento de cirugía micrográfica de Mohs debe considerarse para los pacientes con carcinoma epidermoide in situ si las lesiones se encuentran en zonas en las que la conservación del tejido es crucial (p. ej., zonas perioculares o periungueales).

El tratamiento activo mediante cualquier método alternativo disponible debe considerarse cuando la cirugía de Mohs no sea una opción viable.