Guía de práctica clínica sobre el síndrome de dificultad respiratoria aguda pediátrica (PALICC-2, 2023)

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La guía de práctica clínica sobre el síndrome de dificultad respiratoria aguda pediátrica del Segundo Congreso de Consenso de Lesión Pulmonar Aguda Pediátrica (PALICC-2, por sus siglas en inglés) se publicó en febrero de 2023 en la revista Pediatric Critical Care Medicine.[1]

Para los pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respiratoria aguda que requieren ventilación asistida invasiva, se recomienda el uso de volúmenes corriente fisiológicos (6-8 ml/kg).

Si no se dispone de mediciones de la presión transpulmonar, se recomienda una presión de meseta inspiratoria inferior o igual a 28 cm H2O.

Se recomienda limitar la presión de distensión a 15 cm H2O (medida en condiciones estáticas).

Se recomienda ajustar la presión positiva al final de la espiración en función de la oxigenación o descarga de oxígeno, la hemodinámica y la distensibilidad medidas en condiciones estáticas.

Se recomienda que los niveles de presión positiva al final de la espiración se mantengan en o por encima de la tabla de presión positiva al final de la espiración más baja o fracción inspirada de oxígeno más alta (FiO2) del protocolo de la Red de síndrome de dificultad respiratoria aguda.

En los pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respiratoria aguda, se recomienda el procedimiento protocolizado de ventilación para protección pulmonar.

En el caso de los pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respiratoria aguda leve o moderado, se recomienda que la saturación de oxígeno en sangre (SpO2) se mantenga entre el 92 % y el 97 %.

Una vez optimizada la presión positiva al final de la espiración en pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respiratoria aguda grave, puede aceptarse una SpO2 inferior al 92 % para reducir la exposición a la FiO2.

La hipercapnia permisiva (hasta un pH límite inferior de 7,20) puede permitirse en pacientes pediátricos con síndrome de dificultad respiratoria aguda para permanecer dentro de los intervalos recomendados de presión y volumen corriente.

Se recomienda evitar el uso sistemático de suplementos de bicarbonato. Sin embargo, puede considerarse la administración de suplementos de bicarbonato en pacientes en los que la acidosis metabólica grave o la hipertensión pulmonar estén afectando negativamente a la función cardiaca o a la estabilidad hemodinámica.

Para más información, consulta Síndrome de dificultad respiratoria aguda pediátrica.