Gravedad clínica de la infección por la variante ómicron del SARS-CoV-2

  • Heather Mason

  • Maria Baena
  • Noticias
El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados. El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados.

Un análisis inicial de los ingresos hospitalarios por COVID-19, las pruebas de laboratorio y los datos del genoma en Sudáfrica señala que los individuos infectados con la variante ómicron del SARS-CoV-2 tienen una probabilidad significativamente menor de hospitalización y enfermedad menos grave que los individuos infectados con la variante delta.

En el estudio, publicado en The Lancet, se utilizó el fallo en la diana del gen S (SGTF) en la prueba de PCR TaqPath COVID-19 de Thermo Fisher Scientific como indicador de la variante ómicron para los casos de COVID-19 notificados en Sudáfrica entre el 1 de octubre (semana 39) y el 6 de diciembre (semana 48), mientras que la variante delta se identificó mediante la secuenciación del genoma.

Durante el periodo de estudio, se notificaron 161.328 casos de COVID-19, de los cuales en 38.282 se estableció el diagnóstico mediante pruebas de PCR, identificándose 29.721 infecciones con SGTF y 1.412 infecciones sin SGTF. La proporción de infecciones con SGTF aumentó de dos de 63 (3,2 %) en la semana 39 a 21.978 de 22.455 (97,9 %) en la semana 48.

Tras controlar los factores de confusión, los investigadores descubrieron que los individuos con SGTF tenían un 80 % menos de probabilidades de ser ingresados en el hospital que aquellos con infecciones sin SGTF. Sin embargo, no se sacaron conclusiones firmes sobre el riesgo de enfermedad grave entre los individuos hospitalizados.

Esta menor gravedad podría ser el resultado de la inmunidad previa, ya sea por una infección anterior, por la vacunación, o por ambas.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis UK.