FACME pide una relación institucional estable de asesoramiento y colaboración de las sociedades médicas con las administraciones
- Ana Villajos
- Noticias profesionales
FACME quiere recordar que durante la pandemia ha tenido un papel muy activo. En este sentido, que ya compareció en la Comisión de Investigación del Congreso relativa a la gestión de las vacunas frente a la COVID-19 y tuvo la ocasión de expresar su opinión, ha querido recoger parte de la misma en un nuevo comunicado. Así, pone de manifiesto que es necesario consolidar en nuestro país una relación institucional estable de asesoramiento y colaboración de las sociedades científico médicas con las administraciones públicas. Esta debe contar con estructuras estables en las que se analicen las iniciativas que requieran del conocimiento científico técnico. Todo ello para que se facilite la participación ágil y eficaz.
No obstante, consideran imprescindible que las estrategias y decisiones en materia de salud estén fundamentadas en el mejor conocimiento científico disponible en cada momento. Por ello, creen que las autoridades deben extremar el asesoramiento y colaboración científico y la participación precoz de los profesionales a través de sus sociedades científicas reconocidas. Hay que recordar que esto lleva a un incremento de la credibilidad y autoridad. Igualmente, permite que los profesionales conozcan a tiempo las decisiones y sus justificaciones científicas.
Por otra parte, se debe distinguir entre personas que, en calidad de expertos, se eligen directamente por las administraciones para un grupo técnico, de aquellos expertos designados por la sociedad científica. No basta con ser miembro de una sociedad científica, es la propia designación por la sociedad científica, acordada por sus iguales, la que garantiza la selección de un experto reconocido.
Asesoramiento y colaboración en las vacunas COVID-19
Para poner de manifiesto la importancia de este asesoramiento y colaboración, FACME alude directamente a la gestión y comunicación de la información sobre las vacunas para la COVID-19. A este respecto, FACME considera imprescindible informar a la sociedad sobre las enfermedades y los tratamientos. Eso incluye también comunicar las incertidumbres inherentes a cualquier tema sujeto al progreso científico. Aunque para ello es necesario adaptar el lenguaje científico para evitar generar confusión y dudas infundadas.
En este sentido han querido afirmar una vez más que las vacunas frente la COVID-19 han demostrado ser una herramienta muy útil para prevenir la enfermedad grave. Cristina Avendaño, vocal de FACME, señala que “los ensayos clínicos en miles de pacientes han sido la base para aportar pruebas de eficacia en las que basar la decisión de utilizar las vacunas en la población general”. Añade que “para la decisión se tiene en cuenta también el resto del conocimiento científico sobre la enfermedad, el virus, la respuesta inmune y otros”.
“En el caso de las vacunas frente a la COVID-19 los ensayos clínicos ya se habían realizado en un número de pacientes superior al que es habitual en otras vacunas y el conocimiento se ha ampliado de forma rápida, debido a los millones de pacientes vacunados y seguidos en un periodo de tiempo corto”, concluye Avendaño.
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