Excluir a las personas mayores de los ensayos clínicos sesga la realidad

  • Miriam E. Tucker
  • Resúmenes de artículos
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Conclusión práctica

Los pacientes con diabetes de tipo 2 y arteriopatía coronaria estable en la práctica clínica habitual tienden a ser mayores, presentan más comorbilidades y tienen un mayor riesgo de sufrir resultados cardiovasculares adversos de lo que cabría suponer a partir de los datos de los ensayos clínicos.

Antecedentes y/o implicaciones

Los pacientes de edad avanzada a menudo se han excluido de los ensayos de resultados cardiovasculares, incluidos los estudios que influyen en las guías clínicas actuales que priorizan el tratamiento con inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa de tipo 2 (iSGLT2) en pacientes con arteriopatía coronaria debido a su papel cardioprotector.

Los pacientes geriátricos con más riesgo de enfermedad cardiovascular pueden responder de forma diferente al tratamiento farmacológico que los pacientes más jóvenes.

Diseño del estudio

Estudio de registros sanitarios reales de pacientes con diabetes de tipo 2 y arteriopatía coronaria en 12 hospitales españoles de 2014 a 2018.

Resultados

De los 4.072 pacientes incluidos, el 30,9 %, el 34,2 % y el 34,8 % tenían edades de <65, 65-77 y >75 años, respectivamente. Durante una mediana de 33,6 meses de seguimiento, las proporciones con arteriopatía coronaria aumentaron con la edad: 53 %, 60,6 %, 65,5 % para los tres grupos de edad, respectivamente.

En comparación con los de <65 años, los de >75 años tenían más probabilidades de padecer hipertensión arterial (odds ratio, 2,85), angina de pecho (1,64), valvulopatías (2,13) y angiopatía periférica (2,38).

Por el contrario, tenían menos probabilidades de presentar hiperlipidemia (odds ratio, 0,73) y obesidad (0,38); < 0,001 para todas las comparaciones.

Los pacientes de más edad tenían más probabilidades de recibir tratamientos farmacológicos e intervencionistas que los más jóvenes, excepto en el caso del uso de metformina (odds ratio, 0,73; p < 0,001) e insulina (0,75; = 0,002).

En comparación con los de edad <65 años, el riesgo estimado de episodios cardiovasculares adversos graves tras 48 meses de seguimiento aumentó un 18 % en los pacientes de 65-75 años (p = 0,051) y un 29 % en los >75 años (p = 0,003). Los riesgos correspondientes de ictus isquémico en el mismo grupo de edad aumentaron un 74 % (= 0,007) y un 139 % (< 0,001), respectivamente.

Limitaciones

Los datos dependen de la disponibilidad y exactitud de la historia clínica electrónica, ya que se trata de un análisis retrospectivo.

Variables omitidas. Posibles factores de confusión desconocidos.

Financiación

Este estudio ha sido financiado y patrocinado por la Sociedad Española de Cardiología.