Europa se compromete a velar por el personal sanitario y asistencial
- Shrabasti Bhattacharya
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Representantes de 49 Estados miembros de la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han unido a los trabajadores sanitarios, sus sindicatos y asociaciones, junto con académicos y expertos, para adoptar una declaración que insta a la acción política y al compromiso de proteger, apoyar e invertir en los trabajadores sanitarios y asistenciales de toda Europa y Asia Central.
"Nada es más importante que la salud. El derecho a la salud es el derecho a la vida", afirmó Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, en su discurso de apertura de la rueda de prensa OMS/Europa sobre los retos del personal sanitario y asistencial en Europa y Asia Central.
El año pasado, el personal sanitario se declaró en huelga en muchos países europeos para protestar contra unas condiciones laborales desfavorables, la falta de apoyo y reconocimiento y la falta de recursos. Representantes de los Estados miembros de la Región Europea de la OMS se reunieron en Bucarest para abordar la crisis.
Rumanía es el quinto país de la Unión Europea en número de licenciados en medicina y el tercero en enfermería. Pero, al igual que el resto de Europa, tiene un problema de migración y una distribución desigual del personal sanitario en zonas urbanas y rurales.
La reciente pandemia de la COVID-19 ha sobrecargado aún más al personal sanitario y asistencial y ha puesto de manifiesto la fragilidad del sistema sanitario en toda Europa. Las largas jornadas laborales, la escasez de personal y las elevadas tasas de infección y mortalidad por COVID-19 entre los trabajadores de primera línea han repercutido significativamente en la salud mental del personal sanitario.
Según un informe publicado por la OMS en septiembre de 2022, el absentismo del personal sanitario se incrementó un 62 % en los primeros días de la pandemia. El envejecimiento de la población activa, con un 40 % de los médicos de algunos países por encima de los 55 años, convierte este problema en una "bomba de relojería", según el informe.
"Nuestros sistemas sanitarios tienen dificultades para retener y atraer a la próxima generación de trabajadores sanitarios", añadió Hans Kluge. "Si esperamos hacer frente a los múltiples retos sanitarios que tenemos ante nosotros, desde el envejecimiento de la población al cambio climático, pasando por la resistencia a los antimicrobianos u otra pandemia (¿quién sabe?), necesitamos un personal sanitario numeroso, bien formado y motivado". Así que no hay tiempo que perder, hay que actuar".
Los sistemas sanitarios europeos están abocados al colapso si no se toman medidas concretas que tengan en cuenta los intereses de su personal sanitario. "Ignorar los retos a los que se enfrenta el personal sanitario y asistencial ya no es posible", ha declarado Natasha Azzopardi-Muscat, directora de sistemas y políticas sanitarias por países de la OMS/Europa.
La Declaración de Bucarest hace un llamamiento al compromiso político para reconocer el valor del personal sanitario dentro de la sociedad e invertir en él adecuadamente.
Se proponen los siguientes puntos de acción para solucionar los retos actuales a los que se enfrenta el personal sanitario y asistencial de Europa:
- Cuidar bien al personal sanitario, mejorar su remuneración, la conciliación de la vida laboral y familiar y las condiciones de trabajo son las mejores formas de retenerlo en el sistema y de hacer más atractiva la profesión.
- El personal sanitario debe tener acceso a herramientas digitales y recibir una formación de calidad para prestar la mejor atención posible a los pacientes y tener buenas perspectivas profesionales.
- Aunque existe un problema de migración entre los trabajadores sanitarios, las políticas deben orientarse de forma que sea beneficioso para todos, el individuo, el país de origen y el país receptor.
- Los sistemas sanitarios deben reorganizarse y diseñar estrategias para prestar asistencia sanitaria a los pacientes de la forma más eficiente posible. El número de pacientes mayores y con comorbilidades está aumentando, lo que exige un cambio en la configuración de los servicios y en la mentalidad del personal sanitario.
Junto a estas cuatro sugerencias principales, Kluge también recomienda dar más responsabilidad a las enfermeras y matronas e implicar a los trabajadores sociales para aliviar la presión de los hospitales. También sugiere que se imparta formación a los profesionales sanitarios en las regiones rurales para garantizar una atención de calidad a sus pacientes.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis.com
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