España cumple con los objetivos de la ONUSIDA para 2020 reduciendo a casi la mitad la tasa de infecciones de VIH no diagnosticadas
- Andrea Jiménez
- Noticias
En los últimos cuatro años la cifra de personas con virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no diagnosticadas se ha reducido casi a la mitad en España, como estima un estudio llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en colaboración con el Ministerio de Sanidad.
Según los resultados del informe, el 92,5 % de las personas que viven con el VIH en nuestro país conocería su diagnóstico de infección, el 96,6 % está recibiendo tratamiento antirretroviral y el 90,4 % tiene la carga viral suprimida.
El dato que presenta mayor evolución se centra en la disminución de la fracción no diagnosticada, cuya tasa se redujo del 13 % estimado en el periodo 2017-2019 al 7,5 % en el periodo 2021-2022 al. Desde el 2013, primer año en el que se realiza la primera estimación del continuo de atención en España, hasta este momento, el número de personas diagnosticadas de VIH se incrementó en un 12,8 %, las personas en tratamiento en un 11,0 % y las personas con supresión viral en un 10,9 %.
Como explica a Univadis España la investigadora del del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII y una de las principales autoras de la publicación, Asunción Díaz, “los datos que nos proporciona el Sistema de Información sobre nuevos diagnósticos de VIH indican que, en España, la mayoría de los nuevos diagnósticos son hombres, adultos jóvenes y el modo de transmisión más frecuente sobre las relaciones sexuales no protegidas”. Los datos apuntan que el número de nuevos diagnósticos en hombres que tienen sexo con hombres supería el 50 % de los nuevos diagnósticos cada año.
Factores detrás de la falta de diagnóstico, objetivos cumplidos y próximos retos
Tras la falta de diagnóstico se esconden múltiples factores, “y abarcan desde falta de percepción de necesidad de realizarse la prueba de VIH tanto a nivel individual como por el sistema sanitario o ciertas dificultades de acceso a la prueba en entornos menos poblados”, apunta la investigadora.
Uno de los aspectos que se destacan en su estudio es, precisamente, la importancia del diagnóstico precoz. La infección por el VIH no presenta síntomas hasta sus fases avanzadas, de tal modo que una persona puede haber contraído la infección y desconocerlo. Diagnosticar precozmente la infección por el VIH es de vital importancia para que una persona pueda recibir tratamiento antirretroviral de forma temprana, mejorando así su calidad de vida y contribuyendo a cortar la cadena de transmisión. “La realización de la prueba de VIH es la mejor manera de reducir la fracción no diagnosticada”, matiza Díaz.
“En España la prueba de VIH puede realizarse en centros sanitarios (centros de atención primaria, centros monográficos de atención a las infecciones de transmisión sexual y hospitales), en ONG y en algunas regiones también puede realizarse en farmacias. Además, está disponible la venta en farmacias de test de autodiagnóstico para realizar la prueba del VIH en casa”, agrega.
Aunque se realizan campañas para fomentar la detección de VIH, “es necesario continuar haciéndolas a fin de mantener a la población informada sobre la importancia del diagnóstico precoz de la infección”, opina Díaz, autora de un informe que arroja datos esperanzadores en la lucha contra la infección.
“Según las estimaciones que hemos realizado habríamos cumplido el objetivo marcado por ONUSIDA para 2020 (objetivo 90-90-90). Pero tenemos que seguir trabajando para alcanzar el objetivo del 95-95-95”, afirma. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) estableció como objetivo para acabar con la infección por el VIH como problema de salud pública que, en el año 2020, el 90 % de las personas con infección por el VIH estuvieran diagnosticadas, de ellas el 90 % estuvieran con tratamiento antirretroviral y de estas el 90 % tuviera la carga viral suprimida. “Este objetivo, denominado 90-90-90, se ha ampliado hasta el 95-95-95 para el año 2030, como parte de la meta 3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, apunta la experta del ISCIII.
Como concluye, “no solo es importante aumentar el porcentaje de personas que conocen su diagnóstico (primer 95) sino que hemos de trabajar para que ese diagnóstico se realice de forma precoz (es decir, en la reducción de diagnóstico tardío) de tal modo que la persona se vincule de forma rápida al sistema sanitario para iniciar tratamiento antirretroviral y otros cuidados cuanto antes”.
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