EPA 2023 – El impacto de la dieta en la salud mental

  • Michael Simm
  • Cobertura de Congreso
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Aunque la importancia de la nutrición en la salud física y mental es noticia todos los días, todavía no ha ganado relevancia en psiquiatría. Pero, esto podría cambiar, como Peter Falkai, presidente de la Sociedad Europea de Psiquiatría (EPA, por sus siglas en inglés) demostró durante la moderación de un simposio en colaboración con el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP, por sus siglas en inglés) titulado “Psiquiatría nutricional: Hacia una mejora de la salud mental a través de lo que comemos” en el XXXI Congreso Europeo de Psiquiatría celebrado en París, Francia. Falkai, jefe de Psiquiatría Clínica y Psicoterapia en la Universidad de Ludwig Maximilian, Alemania, inauguró la sesión afirmando: “Ciertamente, tenemos que cuidar lo que comemos”.

Estrés en la edad temprana y nutrición

El estrés en la edad temprana es uno de los factores de riesgo más frecuentes para el desarrollo de una psicopatología posterior a lo largo de la vida (Reemst K et al., 2022) afirma Aniko Korosi, profesora asociada del Instituto Swammerdam de Ciencias Biosanitarias en Ámsterdam, Países Bajos. Esto puede ser el resultado del maltrato, pero también de la malnutrición.

Korosi estudia estos fenómenos principalmente en ratones, pero incide en que los modelos son relevantes para la enfermedad en humanos. “Hay evidencias innegables de la asociación entre la nutrición y la salud mental, pero hay lagunas sobre la causalidad y los mecanismos subyacentes”, subraya la doctora (Muscaritoli M, 2021; Adan RAH et al., 2022).  

Los ácidos grasos esenciales, como los omega 3 y los omega 6, tienen un papel fundamental en el desarrollo cerebral, las propiedades de la membrana, la neurogénesis y también en los moduladores de la inflamación, al igual que el aminoácido metionina. En la investigación de Korosi se demuestra que el estrés en la edad temprana altera el equilibrio de estos nutrientes en el cerebro y que el deterioro cognitivo inducido por estrés se pudo prevenir en ratones con la administración de metionina y vitaminas B, así como con el aumento de la disponibilidad de ácidos grasos omega 3 en el cerebro.

En los seres humanos, los efectos del estrés en la edad temprana podrían estar provocados en parte por la leche materna. En el estudio prospectivo Amsterdam Mother’s Milk, Korosi y su equipo compararon a madres que sufrían altos niveles de estrés por los ingresos hospitalarios de sus hijos con controles. Descubrieron una diferencia significativa en las concentraciones absolutas de los ácidos grasos totales y de los ácidos grasos poliinsaturados omega 6 en las mujeres altamente estresadas. “Las intervenciones nutricionales podrían ser una nueva oportunidad para proteger contra la vulnerabilidad a psicopatologías inducidas por estrés durante la edad temprana y muy posiblemente también para combatir los efectos del estrés en otras etapas de la vida”, afirma Korosi.

Sobreingesta y obesidad

Suzanne Dickson, catedrática en la Academia Sahlgrenska en la Universidad de Gotenburgo, Suecia, estudia la hormona del hambre grelina, producida por el estómago para aumentar el impulso de alimentarnos. La catedrática está investigando cómo la grelina afecta no solo al consumo de comida, sino también a la elección de la comida, la anticipación de la comida, la satisfacción por la comida y la motivación para comer, ya que, si se descompensan, pueden llevar a trastornos de la alimentación. Dickson y su equipo emplearon una variedad de técnicas de mapeo de circuitos neuronales para identificar dianas que responden a la grelina en los cerebros de los ratones. Su investigación también puede contribuir a la identificación de las vías nerviosas que responden a la estimulación por comida y a la grelina, lo que resulta en sobreingesta (Abstract JS0004, EPA 2023).

Harriët Schellekens, del Departamento de Anatomía y Neurociencias de la Universidad de Cork, Irlanda, abordó la importancia del axis microbiona-intestino-cerebro en la psiquiatría nutricional (Abstract JS005, EPA 2023). Aunque cada vez en más estudios actuales se incluye la microbiota intestinal como un factor clave que media en el impacto de la dieta en el sistema nervioso central, todavía no se entienden los mecanismos precisos de actuación.

Tomando como referencia numerosos estudios clínicos de intervención sobre microbiómica, el equipo de Schellekens se centró en Bifidobacterium longum APC1472. Descubrieron que este microbioma tiene efectos antiobesidad cuando se añade a la comida de ratones con obesidad inducida por una dieta rica en grasas. Los investigadores posteriormente iniciaron un estudio clínico de intervención en humanos, en el cual 124 pacientes con sobrepeso u obesidad recibieron B longum APC1472 o suplementación con placebo durante 12 semanas. Los resultados fueron decepcionantes: no hubo diferencias significativas entre los grupos en cuanto al índice de masa corporal (IMC) o en el índice cintura-cadera. Los niveles de glucosa en ayudas mejoraron en ambos grupos y ligeramente más en aquellos pacientes que recibían el tratamiento experimental (Schellekens H et al., 2021).

A pesar de todo, se observó un optimismo generalizado entre los participantes de la sesión acerca del desarrollo del campo de la psiquiatría nutricional en el futuro. En un resumen de las evidencias presentadas, Falkai pidió cautela, “como psiquiatras, debemos prestar más atención a la dieta de nuestros pacientes para asegurarnos de que no desarrollen trastornos mentales”.