ENDO 2022 — ¿Ha afectado el estrés de la pandemia a la ovulación?

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Conclusión práctica

  • La alteración del estilo de vida y los factores de estrés durante la pandemia de la COVID-19 pueden haber afectado de forma negativa a la ovulación y haber reducido la duración y las concentraciones de progesterona.

Durante la pandemia varios estudios investigaron, en las mujeres, las variaciones de los niveles de estrés, los parámetros reproductivos y la depresión/la ansiedad, así como los cambios menstruales tras la vacunación. Sin embargo, hay escasez de datos sobre el ciclo menstrual y la ovulación durante la pandemia.

Este estudio es uno de los primeros en indicar que las alteraciones ovulatorias sin cambios en la duración del ciclo menstrual pueden relacionarse con factores de estrés multidimensionales que las mujeres experimentaron durante la pandemia.

“Estas alteraciones ovulatorias silenciosas probablemente expliquen por qué tantas mujeres que no están utilizando métodos anticonceptivos hormonales notificaron tener menstruaciones tempranas o inesperadas en los días siguientes a una vacunación contra la COVID-19”, explicó en un comunicado de prensa la autora principal, la Dra. Jerilynn C. Prior, FRCPC, de la Universidad de la Columbia Británica.

Los datos proceden de dos estudios de cohortes independientes con un diseño similar realizados con 13 años de diferencia: el Estudio de ovulación de la menstruación (MOS), que contó con la participación de 301 mujeres (2006-2008), y el Estudio de ovulación de la menstruación 2 (MOS2), que contó con la participación de 112 mujeres y se realizó durante la pandemia. Las participantes en ambos estudios eran mujeres menstruantes de 19 a 35 años de edad que no utilizaban anticonceptivos hormonales sistémicos ni combinados. La ovulación se evaluó a través de las concentraciones de progesterona en la orina y la temperatura basal en la cohorte del MOS y del MOS2, respectivamente.

Las mujeres de la cohorte del MOS2 y de la cohorte del MOS presentaron ciclos (30,3 días frente a 29,9 días; p= 0,306) y duraciones del flujo (mediana: 6,0 días; p= 0,055) similares. Sin embargo, más mujeres de la cohorte del MOS2 experimentaron alteraciones ovulatorias subclínicas en comparación con las de la cohorte del MOS (63 % frente al 10 %; p <0,001).

Las mujeres de la cohorte del MOS2 notificaron un aumento significativo de ansiedad, depresión y  frustración (emociones negativas en general), “factores de estrés externos”, problemas de sueño y cefaleas en comparación con las mujeres de la cohorte del MOS (p <0,001 para todos).

Según los autores, estos resultados podrían tener implicaciones importantes en la salud de las mujeres, ya que las alteraciones ovulatorias persistentes/recurrentes pueden aumentar el riesgo de infertilidad, disminución de masa ósea, infartos de miocardio tempranos y casos de cáncer de mama y de endometrio.