¿En qué momento un modelo de embrión se convierte en embrión?
- Andrew Scott
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Los retos éticos y jurídicos que plantea la investigación embriológica son cada vez más complejos con la aparición de nuevos métodos para desarrollar modelos de embriones humanos. Estas réplicas cultivadas y, por lo general, parciales, de embriones tempranos se fabrican mediante métodos alternativos a la fecundación in vitro (FIV) convencional.
Desde los años 80, los embriones sobrantes donados procedentes de procedimientos de fecundación in vitro se utilizan para la investigación bajo una estricta supervisión legal, aunque las normas varían de un país a otro. Sin embargo, estos embriones son escasos y en muchas jurisdicciones no pueden cultivarse más de 14 días. Esto ha llevado a crear modelos de embriones in vitro, normalmente a partir de células madre. Estos modelos tienen un gran potencial para revelar nuevos detalles de las primeras etapas de la vida humana. Los posibles avances incluyen la mejora de los procedimientos de FIV, una mejor comprensión de los problemas de desarrollo y conocimientos generales sobre la biología embrionaria.
Estos conocimientos son muy necesarios. "Hay tanto que desconocemos sobre las dos primeras semanas de desarrollo del embrión humano", afirma el embriólogo Nicolas Rivron, del Instituto de Biotecnología Molecular de la Academia Austriaca de Ciencias.
La complicación ética y jurídica radica en que estos sistemas modelo reproducen embriones naturales en distinta medida y, en la actualidad, de forma parcialmente completa. Esto plantea importantes cuestiones: ¿Qué investigación puede permitirse con estas construcciones modelo? ¿Deben alcanzar el estatus de embriones si parecen incapaces de llegar a convertirse en un feto viable? Las respuestas no son sencillas.
Los puntos de inflexión
Uno de los principales retos emergentes es la aparentemente sencilla pregunta: "¿Qué cuenta como embrión humano?". La necesidad de una respuesta clara se hace cada vez más urgente a medida que los investigadores generan modelos de embriones con un potencial variable e incierto para desarrollarse más allá de etapas tempranas específicas.
"En la actualidad, los modelos embrionarios no entran dentro de la definición legal de embrión", explica Rivron a Univadis. En su lugar, su uso está regulado por normas que varían a nivel local, a menudo definidas por comités éticos nacionales. Rivron añadió que las distintas culturas y naciones tienen puntos de vista muy diferentes sobre los embriones y su estatus legal. Esto puede dar lugar a variaciones significativas en el tipo de investigación con modelos embrionarios que se realiza.
Rivron y otros expertos en embriología de los Países Bajos, España, Estados Unidos y el Reino Unido se han enfrentado al reto de decidir qué se considera un embrión, proponiendo una definición legal y ética unificada en un artículo publicado en la revista Cell. "En la actualidad, las definiciones incluyen la noción de fusión de óvulo y espermatozoide y, en algunos casos, la de potencial para desarrollarse hasta una determinada fase. Creemos que ha llegado el momento de cambiar totalmente a una definición que se centre en lo que puede llegar a ser, independientemente de cómo haya llegado a ser", explicó Rivron.
Su propuesta se basa en "puntos de inflexión" clave a lo largo del camino que va de un conjunto de unas pocas células a un feto viable. En su forma más concisa, su propuesta es que un embrión humano debe definirse como "un grupo de células humanas apoyadas por elementos que cumplen funciones extraembrionarias y uterinas que, combinadas, tienen el potencial de formar un feto".
Esta definición permite entonces identificar los puntos de inflexión del desarrollo más allá de los cuales un modelo embrionario podría recibir una protección jurídica similar a la de un embrión.
La inclusión de "funciones extraembrionarias y uterinas" en la definición es fundamental, explicó Rivron, ya que son esenciales para que las células que algunos podrían considerar embrión se desarrollen realmente hasta convertirse en un feto.
Sin embargo, hay una cuestión crucial que podría considerarse una debilidad importante pero inevitable. Estos puntos de inflexión solo pueden definirse extrapolando el potencial de un modelo de embrión humano para desarrollarse hasta un determinado punto in vitro y a partir de pruebas complementarias con modelos de embriones animales, ya que no sería ético probar si los modelos de embriones humanos pueden desarrollarse más allá del punto elegido y hasta el nacimiento. Así que los investigadores tendrían que tomar modelos animales en las etapas pertinentes y probar si estos modelos pueden o no formar animales vivos y fértiles. Si pueden, entonces son embriones. Si no, entonces no lo son, según la propuesta.
Se necesita una vigilancia adecuada
Disponer de una definición clara y consensuada internacionalmente de lo que constituye un embrión humano definiría un punto que los modelos de embriones no deberían sobrepasar. Del mismo modo, aclararía qué investigaciones podrían autorizarse.
"El documento y su propuesta son magníficos", afirma el embriólogo Laurent David, de la Universidad de Nantes (Francia), que no participó en su elaboración. Está de acuerdo en que es necesario aportar más claridad y rigor a este campo.
David declaró a Univadis que los mayores beneficios de la investigación de modelos embrionarios rigurosamente controlados serían los conocimientos que podrían mejorar el éxito del tratamiento de la FIV. El grupo de investigación de David ya trabaja directamente con un equipo de FIV. Utilizan modelos embrionarios para buscar formas de mejorar la baja tasa de éxito actual de la FIV, "en la que solo una pareja de cada cuatro vuelve a casa con un bebé en cada intento".
En su opinión, ha llegado el momento de que los investigadores, sobre todo los de la generación más joven, den un paso al frente y asuman la carga de garantizar que este campo esté debidamente vigilado. "Si no se vigila, ¿cuánto tiempo pasará antes de que alguien haga algo imprudente que no esté estrictamente prohibido?", preguntó.
Rivron y sus coautores esperan ahora que la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre considere la adopción de su propuesta, tal vez después de perfeccionarla convenientemente. Se trata de la principal organización internacional que publica guías en este campo. Rivron y sus colegas ya han mantenido conversaciones con la junta directiva de la sociedad para que su propuesta pase a una fase de discusión y debate.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis.com
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