En pacientes con diabetes de tipo 2: ¿los fármacos antihiperglucemiantes protegen del riesgo de demencia?

  • Miriam Tucker E.
  • Noticias de Medscape
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Las tiazolidinedionas, como pioglitazona, parecen proteger contra la demencia, mientras que las sulfonilureas parecen aumentar el riesgo, según señala un nuevo estudio observacional en pacientes con diabetes de tipo 2.[1]

Los datos, obtenidos a partir de los registros médicos electrónicos nacionales del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos, mostraron un riesgo de demencia un 22 % menor con la monoterapia de tiazolidinediona y un 12 % mayor con la monoterapia de sulfonilureas, en comparación con la monoterapia con metformina. Los efectos protectores evidentes de las tiazolidinedionas fueron mayores en individuos con sobrepeso u obesidad.

"Nuestros hallazgos proporcionan información adicional para ayudar a los médicos a seleccionar fármacos antihiperglucemiantes para los pacientes con diabetes de tipo 2 leve o moderada y que tienen un alto riesgo de demencia", escribieron Xin Tang y sus colaboradores en su artículo publicado en versión electrónica el 11 de octubre en BMJ Open Diabetes Research & Care.

Los resultados, de acuerdo con Tang y sus colaboradores, "se suman sustancialmente a los estudios sobre los efectos de los fármacos antihiperglucemiantes en la demencia, donde los hallazgos anteriores no han sido uniformes". Los estudios con un tiempo de seguimiento inferior a 3 años han informado principalmente asociaciones nulas, mientras que los estudios con un tiempo de seguimiento más prolongado suelen mostrar resultados protectores. Con un tiempo medio de seguimiento de 6,8 años, tuvimos una duración suficiente para detectar diferencias de tratamiento".

"Complementar una sulfonilurea con metformina o una tiazolidinediona puede contrarrestar parcialmente sus efectos favorecedores de la demencia. Estos resultados pueden ayudar a fundamentar la selección de la medicación para los pacientes ancianos con diabetes de tipo 2 en alto riesgo de demencia", observaron.

Se necesitan ensayos aleatorizados para determinar la causa y el efecto

Ivan Koychev, Ph. D., investigador clínico sénior del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford, en Oxford, Inglaterra, declaró al Science Media Centre del Reino Unido: "Es un amplio estudio de datos reales bien realizado que pone de manifiesto la importancia de comprobar si los fármacos ya prescritos pueden ser útiles para prevenir la demencia".

Los resultados con las tiazolidinedionas, también conocidas como glitazonas, están en consonancia con los estudios existentes que recomiendan la protección contra la demencia con otros fármacos prescritos para la diabetes de tipo 2 que no se examinaron en el estudio actual, por ejemplo, los agentes más nuevos como los agonistas del péptido similar al glucagón-1 (aGLP-1) y los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2), dijo Koychev.

"Las principales limitaciones de este estudio son que, tras el periodo inicial de dos años en el que estaban interesados los autores, es posible que a los participantes se les haya recetado alguno de los otros fármacos para la diabetes de tipo 2 (aGLP-1 o iSGLT2) que reducen el riesgo de demencia, con lo que el efecto directo de la glitazona [tiazolidinediona] podría ser más difícil de discernir", apuntó Koychev.

Además, señaló que el diseño del estudio limita la atribución de causalidad. "También es importante tener en cuenta que las personas con diabetes de tipo 2 sí tienen más riesgo tanto de demencia como de disfunciones cognitivas y que estos fármacos solo se prescriben en estos pacientes, por lo que todos estos datos proceden de este grupo de enfermos y no de la población general".

James Connell, Ph. D., jefe de ciencia traslacional de Alzheimer's Research UK, en Cambridge, Reino Unido, se mostró de acuerdo. "Aunque este estudio observacional reveló que las personas con diabetes de tipo 2 que tomaban una tiazolidinediona tenían un menor riesgo de demencia que las que tomaban la medicación más común para la diabetes de tipo 2, solo muestra una asociación entre la toma del fármaco y el riesgo de demencia y no una relación causal".

"Se necesitan ensayos clínicos a doble enmascaramiento y controlados con placebo para ver si el fármaco [tiazolidinediona] podría ayudar a reducir el riesgo de demencia en individuos con y sin diabetes. Toda persona que tenga alguna duda sobre los tratamientos que está recibiendo debería hablar con su médico", declaró al Science Media Centre del Reino Unido.

Efectos opuestos de las sulfonilureas y las tiazolidinedionas frente a metformina

Tang, del Departamento de Epidemiología y bioestadística del Mel and Enid Zuckerman College of Public Health de la Universidad de Arizona, en Tucson, Estados Unidos, y sus colaboradores estudiaron a 559.106 pacientes del Departamento de Asuntos de los Veteranos con diabetes de tipo 2 que iniciaron la medicación antihiperglucemiante durante 2001-2017 y la tomaron durante al menos un año. Tenían 60 años o más y no tenían demencia al inicio. La mayoría eran blancos (76,8 %) y hombres (96,9 %), dos tercios (63,1 %) tenían obesidad y la media de hemoglobina glucosilada era de 6,8 %.

En total, 31.125 presentaron demencia por todas las causas. La tasa de incidencia fue de 8,2 casos por 1.000 años-persona, fluctuando entre 6,2 casos por 1.000 años-persona en los que tomaban metformina en monoterapia y 13,4 casos por 1.000 años-persona en los que tomaban tanto sulfonilurea como una tiazolidinediona.

En comparación con la monoterapia con metformina, el hazard ratio (HR) para la demencia por todas las causas en el caso de la monoterapia con sulfonilureas fue de un significativo 1,12. El aumento del riesgo también se observó en el caso de la demencia vascular, con un hazard ratio de 1,14.

En cambio, la monoterapia con tiazolidinediona se asoció con un riesgo significativamente menor de demencia por todas las causas (HR: 0,78), así como de enfermedad de Alzheimer (HR: 0,89) y demencia vascular (HR: 0,43), en comparación con la monoterapia mediante metformina.

La combinación de metformina y tiazolidinediona también redujo el riesgo de demencia por todas las causas, mientras que los esquemas que incluyen sulfonilureas aumentaron los riesgos de demencia tanto por todas las causas como vascular.

La mayoría de los resultados no cambiaron significativamente cuando el periodo de exposición al fármaco se amplió a dos años.

Los efectos son más pronunciados en las personas con obesidad

Los efectos protectores a un año de la monoterapia con tiazolidinediona y metformina más tiazolidinediona, en comparación con metformina sola, fueron más significativos en los participantes de 75 años o menos y con un índice de masa corporal superior a 25 kg/m2, en comparación con los mayores de 75 años y con índice de masa corporal normal, respectivamente.

Por otra parte, el mayor riesgo de demencia con las sulfonilureas se incrementó aún más en aquellos con un índice de masa corporal más elevado.

Esta investigación fue parcialmente financiada por becas del National Human Genome Research Institute, la National Science Foundation, el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Disease y el National Heart, Lung, and Blood Institute. Tang ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. El Dr. Koychev es el investigador principal de un ensayo patrocinado por la Oxford University y financiado por Novo Nordisk, en el que se evalúa si el agonista del péptido similar al glucagón-1, semaglutida, reduce el riesgo de demencia en adultos mayores.

Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.