El Niño, un importante factor de riesgo para la salud
- Serge Cannasse
- Noticias
El fenómeno de El Niño comenzó este año en junio y durará al menos hasta septiembre, posiblemente más. Su impacto en la salud de las poblaciones será lo suficientemente importante como para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) le haya dedicado un informe.
A modo de recordatorio, El Niño es un fenómeno climático que se produce en el Pacífico y provoca un calor importante y precipitaciones por encima de lo normal o, por el contrario, periodos de aridez pronunciada en los países más o menos cercanos al Ecuador. Este fenómeno se ve exacerbado por el calentamiento global.
El impacto sobre la salud viene determinado por los cambios meteorológicos:
- Las inundaciones y la sequía comprometen la seguridad alimentaria.
- Las inundaciones, la sequía y las lluvias torrenciales (incluidos los ciclones) pueden amenazar directamente la vida de las personas, provocar desplazamientos de población, brotes de enfermedades transmitidas por vectores y daños en las instalaciones sanitarias.
- El aumento de las temperaturas puede provocar la proliferación de vectores de enfermedades infecciosas, llegando incluso a territorios que habitualmente se salvan (como Europa, por ejemplo).
- También puede provocar olas de calor que comprometan la salud de las personas vulnerables, incendios, deterioro de la calidad del aire, etc.
Todos estos cambios aumentan la vulnerabilidad de las poblaciones que ya se enfrentan a una crisis humanitaria.
Las principales patologías que se derivan son:
- Malnutrición.
- Cólera y otras enfermedades diarreicas, especialmente en épocas de sequía, por contaminación del agua que escasea y, por tanto, se utiliza sin precauciones higiénicas.
- Fiebre tifoidea, shigelosis, hepatitis A y E y leptospirosis.
- Malaria. La epidemiología de esta patología es compleja. Incluso pequeños cambios en el clima pueden provocar brotes epidémicos tras el aumento de la temperatura y la humedad ambientales, actuando sobre el parásito y la proliferación de los mosquitos transmisores, así como de su extensión en el territorio.
- Enfermedades causadas por arbovirus. Estas pueden afectar a los países europeos donde los mosquitos Aedes se encuentran cada vez más en las estaciones cálidas. El dengue afecta actualmente a 129 países. La relación entre el fenómeno de El Niño y la transmisión del virus chikungunya está bien establecida. En cambio, hay pocos datos sobre el vínculo entre El Niño y la transmisión del virus del Zika, pero es probable que exista.
- Enfermedad por hantavirus. La transmiten los roedores, que proliferan durante las lluvias intensas, a través de mordeduras o del contacto con su orina, heces o saliva.
- El sarampión y la meningitis se ven favorecidos por las difíciles condiciones de vacunación cuando las poblaciones están desplazadas y hay hacinamiento.
- Intoxicaciones por biotoxinas producidas por microorganismos que proliferan bajo el efecto del calor y la humedad. Así, debido a la ingestión de toxinas marinas, la ciguatera se ha convertido en un grave problema en las islas del Caribe y el Pacífico.
- Enfermedades respiratorias causadas o agravadas por el deterioro de la calidad del aire (humo de incendios, calor extremo, etc.), así como por el choque térmico. Estas dolencias afectan principalmente a las personas mayores, los lactantes, las personas que trabajan al aire libre y las que padecen patologías crónicas.
- Lesiones provocadas por el mal tiempo.
- Violencia contra las mujeres, exacerbada por el empeoramiento de las condiciones de vida y la prostitución.
- Empeoramiento de patologías psiquiátricas.
Por último, es posible que el cambio climático extremo contribuya a desencadenar conflictos por el acceso a los recursos.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Francia.
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