El médico y el paciente escéptico: ¿quién es el médico aquí?
- Leigh Page
- Noticias de Medscape
El Dr. Gregory A. Hood se acordó de uno de sus pacientes que siempre dudó de la COVID-19 y que luego no pudo salvarse.[1]
"Le hablé en muchas ocasiones de los peligros de la COVID-19, pero simplemente no me creyó", compartió el Dr. Hood, internista en Lexington, Kentucky. "No me dio el tiempo suficiente para ayudarle. Esperó a comunicarme que estaba infectado de SARS-CoV-2 y tardó días en recoger el medicamento. Por desgracia, luego falleció".
El auge del paciente escéptico
Puede ser extremadamente frustrante para los médicos cuando los pacientes cuestionan o no creen en sus consejos y explicaciones médicas. Y a muchos médicos les molesta la cantidad de tiempo que dedican a intentar explicar o exponer sus argumentos, especialmente durante un día ajetreado. Pero el escepticismo de los pacientes sobre la validez de algunos tratamientos parece ir en aumento.
"Ahora es más probable que los pacientes tengan su propia explicación médica para su padecimiento y eso puede ser malo para su salud", dijo el Dr. Hood.
El Dr. Hood considera que el cinismo médico forma parte de la creciente desconfianza de los pacientes hacia los expertos, potenciada por el fácil acceso a internet. "Cuando la gente busca en Google, tiende a buscar apoyo a sus opiniones e ideas, en lugar de llegar a una decisión totalmente informada", señaló el Dr. Hood.
Solo cerca de la mitad de los pacientes confían que sus médicos "proporcionan información justa y precisa sobre el tratamiento todas o la mayoría de las veces", según una encuesta realizada en 2019 por el Pew Research Center.
La desconfianza de los pacientes se ha hecho más evidente durante la pandemia de la COVID-19, indicó el Dr. John Schumann, internista de Oak Street Health, un sistema de asistencia sanitario con más de 500 médicos y otros proveedores en 20 estados, en el que se trata casi exclusivamente a pacientes de Medicare (programa federal de seguros médicos de Estados Unidos).
"Los escépticos se afianzaron más durante la pandemia", comentó el Dr. Schumann, que reside en Tulsa, Estados Unidos. "Pueden pensar que las vacunas contra la COVID-19 se aprobaron demasiado rápido o creer que la pandemia en sí es un engaño".
"Ahora hay mucha retórica anticientífica", añadió el Dr. Schumann. "Diría que aproximadamente la mitad de mis pacientes se sienten cómodos con las decisiones basadas en la ciencia y la otra mitad, no".
¿De qué desconfían los pacientes?
Los recelos de los pacientes hacia determinados tratamientos comenzaron mucho antes de la pandemia. En dermatología, por ejemplo, algunos pacientes se niegan a usar corticoides tópicos, expuso el Dr. Steven R. Feldman, un dermatólogo en Winston-Salem, Estados Unidos.
"Su desconfianza suele basarse en historias anecdóticas que leen. Los pacientes de otras especialidades están totalmente en contra de las vacunas".
Además de rechazar tratamientos e inoculaciones, algunos pacientes piden tratamientos cuestionables que se mencionan en las noticias. "Algunos pacientes han exigido hidroxicloroquina o noromectina, fármacos que no han sido probados para el tratamiento de la COVID-19", afirmó el Dr. Schumann. "Nos negamos a recetarlos".
El Dr. Hood dijo que la reticencia de los pacientes a seguir los consejos médicos suele basarse en el coste. "Tengo un paciente que estaba más dispuesto a ahorrar 20 dólares que a salvar su vida", apuntó. "Pero cuando la progresión de los resultados de sus pruebas se ajustó a mis predicciones, se mostró más dispuesto a seguir los tratamientos. Tuve que esperar el momento oportuno para convencerlo".
Muchos pacientes detractores se guardan sus opiniones para sí mismos, y los médicos pueden no percatarse de que los pacientes se están resistiendo. En un estudio de 2006 se estimó que del 10 % al 16 % de los pacientes de atención primaria se resisten a la autoridad médica de forma activa.[1]
El Dr. Schumann citó a como ejemplo a pacientes que no quieren oír un diagnóstico molesto. "Algunos pueden negarse a hacerse una biopsia para ver si tienen cáncer porque no quieren saberlo", ahondó. "En muchos casos, simplemente no se harán la biopsia y no le dirán al médico que no lo hicieron".
A veces los argumentos de los escépticos tienen mérito
Algunas preocupaciones de los pacientes pueden ser válidas, como cuando se niegan a tomar estatinas, dijo el Dr. Zain Hakeem, de Austin, Estados Unidos.
"En algunos casos, creo que las estatinas no son necesarias", reconoció. "Los datos científicos sobre estas para la prevención primaria no son sólidos, aunque deberían usarse para pacientes con riesgo muy alto".
Determinados pacientes, sobre todo los que padecen enfermedades crónicas, investigan mucho, utilizando fuentes legítimas en la web, y sus investigaciones están bien respaldadas.
Sin embargo, estos pacientes pueden ser demasiado confiados en sus conclusiones. Varios estudios han demostrado que, con un poco de experiencia, las personas pueden sustituir la cautela de los principiantes por una falsa sensación de competencia.[2]
Por ejemplo, "los pacientes pueden no sopesar los riesgos correctamente", apuntó el Dr. Hakeem. "Pueden estar más preocupados por el riesgo de que se les perfore el colon durante una colonoscopia, mientras que el riesgo de cáncer, si no se hacen una, es mucho mayor".
Algunas personas de gran éxito son más propensas a confiar en sus propios instintos médicos. Cuando a Steve Jobs, el fundador de Apple, le diagnosticaron cáncer de páncreas en 2003, pospuso la operación durante 9 meses mientras intentaba curar su enfermedad con una dieta vegana, acupuntura, hierbas, limpiezas intestinales y otros remedios sobre los que leyó. Murió en 2011. Algunos expertos creen que ese retraso aceleró su muerte.[3]
Por supuesto, no todos los diagnósticos o tratamientos de los médicos son correctos. Un estudio indica que la tasa de error de diagnóstico puede llegar al 15 %. Y así como los pacientes pueden tener un exceso de confianza en sus conclusiones, los médicos también pueden hacerlo. Otro estudio reveló que la confianza declarada por los médicos en su diagnóstico solo se veía ligeramente afectada por la inexactitud de ese diagnóstico o la dificultad del caso.
Las mejores formas de tratar a los pacientes cínicos
El escepticismo de los pacientes puede frustrar a los médicos, reducir la eficiencia de la asistencia médica e interferir en la recuperación. ¿Qué pueden hacer los médicos para hacer frente a estos problemas?
1. Conseguir que el paciente confíe en nosotros. "Lograr que los pacientes sigan nuestros consejos implica asegurarse de que sienten que tienen un médico atento en el que confían", afirmó el Dr. Feldman.
"Quiero mostrar a los pacientes que estoy totalmente enfocado en ellos", añadió. "Por ejemplo, es posible que me apresure a llegar a la puerta de la sala de exploración desde mi última consulta, pero abro la puerta muy despacio y deliberadamente, porque quiero que el paciente vea que no voy a tener prisa con él".
2. Pasar tiempo con el paciente. La familiaridad genera confianza. El Dr. Schumann dijo que los médicos de Oak Street Health ven a sus pacientes una media de seis a ocho veces al año, un número inusualmente alto. "Cuanto más ven los pacientes a sus médicos, más probable es que confíen en ellos", afirmó.
3. Mantenerse actualizado. "Me aseguro de estar al día con la literatura y trato de presentar un mensaje veraz", enfatizó el Dr. Hood. "Por ejemplo, mi investigación demostró que la inflamación desempeñaba un papel importante en la presentación de las complicaciones de la COVID-19, así que escribí un protocolo de tratamiento detallado dirigido a la inflamación y la respuesta inmunitaria, que ha sido muy eficaz".
4. Confrontar a los pacientes con tacto. Los pacientes que investigan en la red no quieren que se les regañe, señaló el Dr. Feldman. De hecho, los elogia, aunque no esté de acuerdo con sus hallazgos. "Podría decirles: 'Qué alivio encontrar por fin pacientes que se han tomado el tiempo de informarse antes de venir aquí'".
El Dr. Feldman tiene cuidado de no discutir las conclusiones de los pacientes. "Debatir el asunto no es un enfoque eficaz para conseguir que los pacientes confíen en ti", explicó. "Lo último que quieres decirle a un paciente es '¡Escúcheme! Soy un experto'. La gente se atrinchera".
Sin embargo, sí ayuda proporcionar información a los pacientes. "Me gusta mucho que los pacientes discutan conmigo", comentó el Dr. Hakeem. "Significa que puedes aclarar los malentendidos y mejorar la toma de decisiones".
5. Explicar nuestro razonamiento. "Tienes que comunicarte con claridad y mostrarles tu forma de pensar", recomendó el Dr. Hood. "Por ejemplo, explicaré por qué un paciente tiene un fuerte riesgo de infarto".
6. Reconocer las incertidumbres. "El médico puede presentar los datos científicos como mucho más seguros de lo que son", externó el Dr. Hakeem. "Si no se reconocen las incertidumbres, el paciente podría perder la confianza en nosotros".
7. No utilizar muchos números. "Los datos no son una buena herramienta para convencer a los pacientes", recomendó el Dr. Feldman. "El cerebro humano no está diseñado para funcionar así".
Si se quieren utilizar números para mostrar el riesgo clínico, el Dr. Hakeem aconsejó utilizar frecuencias naturales, como 10 de cada 10.000, lo que resulta menos confuso para el paciente que el porcentaje equivalente del 0,1 %.
Puede ser útil remitirse a conceptos conocidos. Una forma de entender un riesgo es compararlo con los riesgos de la vida cotidiana, como los peligros de conducir o de caerse en la ducha, añadió el Dr. Hakeem.
El Dr. Feldman suele referirse a la experiencia de otra persona cuando presenta sus consejos médicos. Explicó: "Puedo decirle al paciente: 'Me recuerda a otro paciente que tuve. Estaba sentado en la misma silla que usted. Le fue muy bien con este medicamento, y creo que probablemente sea la mejor opción para usted también'".
8. Adoptar una toma de decisiones compartida. Este enfoque implica capacitar al paciente para que se convierta en un socio igualitario en las decisiones médicas. El paciente recibe información a través de portales y se le anima a investigar. Los críticos, sin embargo, dicen que la mayoría de los pacientes no quieren este grado de empoderamiento y prefieren depender del consejo del médico.[4]
Conclusión
A menudo es imposible hacer entrar en razón a un paciente escéptico, lo que puede resultar descorazonador. "Los médicos quieren hacer lo mejor para el paciente, así que cuando este no los escucha, pueden tomárselo como algo personal", señaló el Dr. Hood. "Pero siempre hay que recordar que el paciente es el que tiene la enfermedad y es él quien debe abrir la puerta".
Aun así, algunos pacientes escépticos acaban cambiando de opinión. El Dr. Schumann compartió que los pacientes que inicialmente rechazaron la vacuna contra la COVID-19 acabaron por decidirse a recibirla. "A menudo les llevó más de un año, pero nunca es demasiado tarde".
Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.
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