El médico rural en España necesita visibilidad, reconocimiento y buenas condiciones laborales

  • Pura C. Roy
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Si hay un ámbito donde la medicina de familia es fundamental, por su proximidad a los pacientes, es en el mundo rural. Ya en 2003 en el VI Congreso Mundial de Medicina Rural organizado por la World Organisation of Family Doctors (WONCA) que se celebró en Santiago de Compostela, se resaltó, entre otros aspectos, la importancia de la formación de los médicos rurales y la necesidad de una mayor promoción y reconocimiento profesional. Pero el médico rural sigue en clara desventaja respecto a los médicos urbanos. 

Para tratar de resolver las distintas dificultades que tiene este colectivo, se ha creado el Grupo de Medicina Rural de la Sociedad española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Grupo de trabajo formado por especialistas en medicina familiar y comunitaria de toda España. Su coordinadora nacional Teresa Méndez, manifiesta a Univadis España que "la principal función del grupo es tratar de dar visibilidad a la medicina que se ejerce en el ámbito rural”. Lamenta que “haya muchos compañeros que no opten por esta posibilidad asistencial por desconocimiento”. 

“En estos momentos el diagnóstico que se puede hacer de la medicina rural es el mismo que para toda la medicina en España, pero agravado por nuestras propias condiciones”, comenta Méndez. “La falta de apoyo institucional a nuestra especialidad es notoria y aunque somos profesionales altamente cualificados, los médicos de familia tenemos que aguantar que se nos considere un patito feo frente a las especialidades hospitalarias. Eso sumado a que no estamos presentes como asignatura en muchas universidades, los estudiantes de medicina no conocen la importancia de la medicina de familia y mucho menos la que se puede ejercer en un pueblo”.

Hay problemas de base en toda España, como la necesidad de una mayor dotación presupuestaria. Pero para Méndez: “Otra situación que genera problemas y distorsiones es que tenemos 17 sistemas sanitarios y las condiciones laborales no son iguales en todas las comunidades”.

La atención primaria, y sobre todo la rural, necesita una reflexión profunda y recursos humanos y materiales para hacerla atractiva a los profesionales ya que nadie puede dudar que la especialidad es indispensable. El grupo de trabajo de la semFYC nació con esta vocación. “Nosotros siempre hemos reivindicado esta especialidad, que debido a que está generalmente alejada de los hospitales de referencia, en casos de solventar urgencias, se necesita de una cualificación muy alta. Así que una formación específica sería muy necesaria. También acceder a un conocimiento a través de médicos tutores que ya hayan realizado este trabajo”, dice su coordinadora.

Frecuentemente el médico rural asiste a varias poblaciones distantes entre si. La variedad de patologías que tiene que atender se multiplican, pero es necesario velar para que los ciudadanos que vivan en estos núcleos de población tengan acceso a las mismas prestaciones del Sistema Nacional de Salud que el resto, como recoge la semFYC en su Declaración de Ávila

A lo largo de los años, se ha puesto en evidencia la falta de profesionales médicos en España, una realidad que puede empeorar si no se busca la manera de revertir esta situación que será más evidente en las zonas rurales donde hay que hacer largos desplazamientos y por tanto es un entorno menos deseable que el urbano. Además en estos momentos, tal como denuncian los profesionales, ante las malas condiciones laborales, muchos de los nuevos médicos incluso optan por trabajar fuera de España. Opinión que comparte Méndez, “hay compañeros que se van al extranjero debido a la situación que tenemos de precariedad. No solo se buscan buenas condiciones laborales, también tiempo para una mejor atención de los pacientes”. 

La medicina rural se enfrenta a un nuevo reto, que es la jubilación de muchos profesionales en los próximos años. “Yo soy de la primera promoción de médicos vía MIR de medicina de familia en España, y veo que el relevo generacional va a ser muy difícil. Además, no hay datos concretos de cuantos médicos rurales existen porque en España no hay un concepto claro de ruralidad. Antiguamente se definía por la cantidad de habitantes, por la densidad de población. En Europa se tienen en cuenta otros parámetros. Necesitamos otras variables sociales que permitan saber lo que es o no rural”, argumenta Méndez.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ha realizado el estudio Medicina y el médico rural en la actualidad, en el que se recoge que de los facultativos que ejercen en la sanidad rural en España el 28 % se jubilarán en los próximos cinco años. Lo que dejará a muchas poblaciones desasistidas y a la sanidad rural como la "hermana pobre" de una Atención Primaria ya en plena crisis. La edad media está en más de 50 años, siendo un tercio de ellos mayores de 60.

El estudio también recoge que el 45 % de los médicos rurales realiza más de 50 kilómetros a diario para acudir a sus poblaciones de trabajo. El 24 % recorre al día entre 10 y 30 kilómetros por carreteras de difícil accesibilidad. El 19 % entre 31 y 50 kilómetros y un 13,8 % llega a realizar trayectos de entre 90 y 150 kilómetros cada día. Casi el 90 % además corre con los gastos de su desplazamiento.

Más de la mitad de los médicos rurales disponen de hospital de referencia a más de 30 kilómetros de distancia de sus consultorios y el 15 % a más de 60. También pone de manifiesto este estudio que la mitad de los profesionales de medicina rural son mujeres y que Aragón, Castilla-La Mancha y Castilla-León, son las comunidades donde se concentra la mayoría del colectivo.

Cuantificar el trabajo de los profesionales debería ser fundamental, alega Méndez: “como son los desplazamientos, la peligrosidad de los trayectos. La mayoría utiliza su propio vehículo, lo que implica pagar la gasolina, esto no se retribuye como sí se hace en otros países. Dentro del grupo tenemos representadas las distintas ruralidades, desde pueblos como en Madrid que tienen una población elevada y compañeros de Ávila que asisten a 23 pueblos con muy poca densidad de población, por eso hay que definir en cada caso las distintas necesidades. Sin embargo, con contratos de días, semanas o meses, en el mejor de los casos, no se puede conocer bien la situación y mucho menos cuando los salarios, además, son muy inferiores a la media europea”.

Como médico rural Méndez tiene claro que: “un mayor apoyo por parte de las administraciones es necesario”. Ante la situación de crisis creada en la Comunidad de Madrid, “creo que no se han tomado las medidas oportunas para que se queden en España toda una serie de médicos altamente cualificados. Hay alternativas que se buscan como la telemedicina, pero la tecnología está para dar apoyo. Es muy necesaria especialmente en el mundo rural, pero no puede ni debe sustituir al profesional. Esta especialidad de familia, es de personas que atienden a personas y aunque necesitemos el apoyo tecnológico, este no puede ni debe sustituir al profesional. Generalmente en el ámbito rural se conoce bien a los pacientes”.

Casi 8 millones de personas en España viven en el medio rural. Pero su creciente despoblación, ha hecho saltar todas las alarmas, incluida las necesidades sanitarias que tienen sus habitantes y la necesidad de médicos para cubrirla. 

Ante la situación acontecida en la Comunidad de Madrid, el pasado 10 de noviembre, distintas as sociedades científicas como la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria (SoMaMFyC), sindicatos, asociaciones y vocalías de las instituciones colegiales se reunieron para manifestar su disconformidad con la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid cuya precipitación está provocando numerosas incidencias y graves problemas de seguridad. Además de mostrar su preocupación también se pidió en una declaración conjunta que “se revierta esta reestructuración hasta que se realice de forma consensuada con los profesionales, teniendo en cuenta la carga y continuidad asistencial, las peculiaridades geográficas (distancia al hospital) y la conciliación familiar”.

“Que la implantación de la vídeoconsulta se realice siguiendo protocolos estrictos, como herramienta complementaria y en ningún caso sustitutiva de la presencia física del facultativo ya que el contacto directo con el paciente y la exploración física es particularmente importante en situaciones de urgencia”.

Por último, aprovecharon para solicitar que se alcance una inversión en Atención Primaria del 25 % de lo dedicado a sanidad y el regreso a la jornada de 35 horas.