El largo camino de una terapia digital hasta ser la primera aprobada por el NICE británico
- Santiago Cervera
- Salud Digital
Sleepio es un sistema digital (concretamente, una aplicación web y otra móvil) que surgió allá por el año 2012 como una de las primeras propuestas que pretendía mejorar las condiciones de salud a través del uso de este tipo de tecnologías. Representa a la perfección lo que en sus inicios se llamó “mHealth” (m por “mobile”), y posteriormente conocemos como DTx (terapias digitales).
Para hacernos una idea, en 2012, cuando nacía Sleepio, el modelo de iPhone que se acaba de presentar era el 5, cuya versión con menos memoria tenía apenas 16 Gb, y la pantalla a través de la que todo se hacía era de 4 pulgadas. Pero ya entonces se vislumbraba la oportunidad de las herramientas digitales en el campo de la salud.
Una de las primeras empresas en percibir las oportunidades que tenía la incipiente mHealth fue Big Health, cofundada por el profesor Colin Espie (un psicólogo clínico experto en sueño) y Peter Hames (enfermero y experto también en sueño y en desarrollo de negocio). Ambos se propusieron elaborar una herramienta que permitiera mejorar el sueño mediante la interacción del usuario con un programa basado en terapia conductual.
Más de diez años después, Sleepio ha conseguido ser la primera terapia digital (DTx) aprobada por el NICE (National Institute for Health and Care Excellence), que ha publicado una guía para su utilización en el sistema sanitario británico, NHS. Los informes del NICE son referenciales en todo el mundo por el grado de independencia con el que realizan sus análisis, relativos a la evaluación de la ratio coste/eficacia de las intervenciones sanitarias, tanto tecnológicas como medicamentosas.
En esta misma sección tratamos en el año 2019 el caso de Sleepio, cuando el NHS tomó la decisión de poner a prueba la aplicación y ofrecerla de manera limitada en determinadas zonas de salud (concretamente, Oxfordshire, Berkshire y Buckinghamshire) para proceder a evaluar su efectividad en condiciones reales.
Cómo funciona y qué hace.
Sleepio es una tecnología digital que ofrece una pauta estructurada para tratar algunos trastornos del sueño basándose en la Terapia Cognitivo Conductual aplicada al Insomnio (TCC-I).
Esta técnica se orienta a intentar solucionar las causas subyacentes en los problemas que afectan al dormir, una aproximación más etiológica que el recurso tradicional a los somníferos. En principio, esta orientación, adaptada en una plataforma tecnológica, es potencialmente beneficiosa para cualquier persona con insomnio, y se ha creado para proporcionar resultados duraderos sin efectos secundarios.
Para ello, la aplicación móvil y la web de Sleepio alojan una serie de recursos diseñados para ayudar al usuario a aprender a desarrollar técnicas cognitivas. Una parte de ellas están pensados para interpretar los patrones de sueño de manera natural, para lo que se cuenta con una especie de experto virtual llamado “The Prof”, que conduce al usuario hacia el conocimiento de su situación y el por qué de las dificultades que encuentra en el dormir. Básicamente, contesta preguntas y ofrece consejos, y recientemente ha integrado un sistema de inteligencia artificial para ayudar a mejorar las informaciones que proporciona a cada caso.
Lo que hace la operatoria de Sleepio es establecer un modelo de conversación que sirva al paciente para aprender técnicas cognitivas que le permitan abordar el fenómeno de la “mente acelerada” que a menudo impide conciliar el sueño. También ayuda a interpretar los patrones de sueño de forma natural. En definitiva, intenta sustituir la terapia personal por un contacto con un sistema experto localizado en la web o en el móvil. Los usuarios de Sleepio, tras contestar un cuestionario sobre su situación, son guiados a través de una serie de sesiones interactivas semanales. Una de las características de Sleepio como proyecto en el ámbito de la salud digital, en sus más de diez años de vida, ha sido la de generar evidencia y medición de resultados como forma de acreditar su efectividad clínica. Así, se desarrolló el primer ensayo clínico aleatorizado con grupo placebo ya en 2012, que fue incluso comentado en The Lancet. Sleepio se puso como ejemplo de “una intervención validada para los trastornos del sueño a través de Internet”. La revista Nature describió a Sleepio como un recurso “casi tan efectivo como la terapia cognitivo conductual administrada en persona”.
Gracias a esta producción inicial de evidencia, en marzo de 2013 Sleepio fue una de las primeras aplicaciones que se integraron en la recién creada en la biblioteca de aplicaciones del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido. En 2014 se le otorgó el premio Wired Health, convocado por la revista de tecnología norteamericana. También ese mismo año, Big Health, fue elegida Mejor Startup de Salud en The Europas Awards, el evento anual que premia a las mejores startups tecnológicas de Europa.
Qué dice la guía del NICE.
Fruto de la implantación que logró en algunas zonas de Inglaterra, un estudio de 2020 que se desarrolló con más de 7.000 pacientes del NHS comprobó que un tratamiento con Sleepio de seis semanas fue más efectivo que la terapia en persona, con una tasa de éxito del 56 % en comparación con el 50 %, y una ganancia de casi seis horas de sueño por semana.
Finalmente, el NICE ha realizado un análisis de efectividad y coste efectividad, y ha recomendado la aplicación Sleepio como una alternativa eficaz a los tratamientos farmacológicos para el insomnio. En su guía, afirma que la aplicación constituye un recurso seguro y efectivo para las personas que sufren de insomnio. Agrega que la aplicación podría ahorrarle dinero al NHS y reducir las prescripciones de determinados medicamentos que pueden generar dependencia.
Textualmente, dice que: “Sleepio se recomienda como una opción eficiente para tratar el insomnio y los síntomas asociados al insomnio en atención primaria, para personas que de otro modo se le ofrecería higiene del sueño o pastillas para dormir. Para las personas que puedan tener un mayor riesgo de sufrir otros trastornos del sueño, o en el embarazo, o en personas con comorbilidades, un médico debe proceder mediante evaluación antes de indicar el uso de Sleepio. Se recomienda una mayor investigación y recopilación de datos sobre Sleepio (...) debido a las limitaciones clínicas en la que se basa la evidencia de efectividad de Sleepio en comparación con la intervención personal”.
Sin duda, este es un buen ejemplo de cómo la tecnología que ofrece la salud digital puede ayudar no solo a las personas aquejadas de un determinado trastorno, en este caso de sueño, sino a los sistemas sanitarios, en tanto que constituye alternativas coste-eficientes. Pero también pone de manifiesto que el recorrido no es fácil. Han pasado más de 10 años entre la primera versión del producto y la fecha en la que se ha conseguido que el NHS lo integre dentro de sus recursos comunes. Una exigencia básica para conseguirlo es poder desarrollar la evaluación clínica desde los primeros momentos de andadura de la aplicación.
Las tecnologías digitales escalables y clínicamente probadas pueden ser parte de la solución para determinados problemas clínicos y sanitarios. La vía ya está abierta: generar evidencia y hacerlas accesibles para todos los que lo necesitan, con procesos de asimilación por los sistemas sanitarios que validen su utilidad.
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