El funcionamiento psicosocial debería ser el octavo signo vital, dicen médicos

  • Carolyn Crist
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  • Maria Baena
  • Noticias de Medscape
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NUEVA YORK, USA. Durante las consultas de chequeo sistemáticas los pediatras miden tensión arterial, temperatura, pulso, estatura, peso y otros factores, pero también deberían evaluar problemas de salud mental, de acuerdo con dos psiquiatras pediátricos.[1]

Aunque por mucho tiempo los grupos médicos han reconocido la importancia de la evaluación psicosocial, la herramienta todavía no es parte regular de los chequeos, afirman en JAMA Pediatrics.

"Invertimos tiempo en tomar signos vitales que muestran escasa variación durante la infancia, como frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria, pero el signo vital que mostraría la máxima variación en algunos niños es el desarrollo emocional y psicosocial", mencionó el Dr. Michael Jellinek, del Massachusetts General Hospital y la Harvard Medical School en Boston, Estados Unidos.

Los problemas psicosociales se han convertido en uno de los trastornos de salud crónicos más frecuentes en niños y adolescentes, con prevalencia nacional de 10% a 20%, añadió el Dr. Jellinek, uno de los autores.

"Esto se está volviendo aún más importante durante la pandemia, y veremos los efectos después de la COVID-19. Algunos niños están mostrando signos de sufrimiento", manifestó a Reuters Health.

El Dr. Jellinek y el coautor, Dr. J. Michael Murphy, también del Massachusetts General Hospital y la Harvard Medical School, escribieron sobre la importancia de ver el funcionamiento psicológico y social como un signo vital que puede indicar consecuencias graves más tarde. Por ejemplo, el trastorno por déficit de atención puede afectar escolaridad, autoestima, tasas de deserción en la secundaria, conductas riesgosas, y uso de sustancias. La depresión también se vincula con tasas más elevadas de consumo de sustancias, ideas suicidas y suicidio, destacaron.

La Lista de cotejo de síntomas pediátricos, que el Dr. Jellinek y el Dr. Murphy crearon a finales de la década de 1990, ha sido recomendada por la American Academy of Pediatrics y fue avalada por el National Quality Forum en 2018. La lista de cotejo evalúa las respuestas de un niño a preguntas sobre la vida cotidiana, incluyendo escuela, actividades, familia, amigos, y estado de ánimo. Una puntuación elevada indica que el paciente puede estar enfrentando estrés.

Existen dos versiones (la encuesta original de 35 preguntas y una encuesta más breve de 17 apartados) que proporcionan una puntuación general, así como tres subpuntuaciones sobre atención, estrés interno, como depresión, o estrés externo, como inseguridad de alimentos o problemas parentales. La lista de cotejo tarda aproximadamente cinco minutos en llenarse, señalaron los autores, y está disponible en línea, sin costo.

Los doctores Jellinek y Murphy también analizaron más de 100.000 evaluaciones de consultas pediátricas de chequeo anual en Estados Unidos durante la década pasada, y encontraron que aproximadamente 12% de los niños tenía puntuaciones por arriba del umbral, que podrían indicar un problema. Los niños tienden a tener puntuaciones más altas que las niñas antes de la pubertad, y las niñas tienden a tener puntuación más alta que los niños después de esta. Además, los niños de hogares con nivel socioeconómico más bajo son propensos a tener puntuación más alta para los factores estresantes externos.

Es importante que dos cuestiones principales suelan dificultar a los médicos implementar la herramienta, destacó el Dr. Jellinek. Muchas compañías de seguro médico no reembolsan la detección, y a menudo los pediatras no reciben suficiente capacitación durante sus residencias para abordar problemas psicosociales. Pueden remitir a las familias a especialistas, pero estos son escasos en muchas regiones de Estados Unidos.

Al mismo tiempo, algunos estados están haciendo progresos, indicaron los doctores Jellinek y Murphy. Massachusetts está reembolsando a los médicos por las detecciones y por invertir tiempo en el seguimiento.

Varias compañías importantes de registros médicos electrónicos también han incorporado la herramienta, que están utilizando médicos y grupos de servicios sociales en California y Maryland.

En el Mass General la lista de cotejo se ofrece en una tableta en la sala de espera o en el portal del paciente, y los estudios han registrado aumento del número de niños que reciben servicios de salud mental después de una evaluación.

"Estos problemas psicosociales son realmente comunes, pero lamentablemente la mayoría de los niños no es identificada y no recibe tratamiento. La detección sistemática es un primer paso en la conexión de los niños con el tratamiento", comentó la Dra. Emily Becker-Haimes, de la University of Pennsylvania en Filadelfia, Estados Unidos, quien no intervino en el artículo, pero que ha estudiado herramientas para medir la salud mental en niños.

"Hablar sobre la salud psicosocial también ayudará a desestigmatizar la atención psiquiátrica. Necesitamos evaluar la salud mental de la misma forma que la salud física, y esta es una época muy buena para discutirlo, dado el mayor riesgo de problemas con la COVID-19", señaló a Reuters Health.

Este contenido fue traducido y adaptado por el equipo de Medscape en español.