El envejecimiento de la población y el aumento de las olas de calor requieren más prevención

  • Dr. Thomas Kron

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El calor intenso no solo es desagradable, sino también peligroso, especialmente para las personas mayores y el sistema cardiovascular. Sin embargo, la exposición al calor es un factor de riesgo cardiovascular infravalorado, tal y como señalan los autores de una nueva revisión sistemática. El estudio ha observado una correlación significativa entre el aumento de la temperatura y la mortalidad, así como de la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Según los resultados de un metanálisis realizado por un grupo de investigación australiano, un aumento de la temperatura de tan solo un grado podría suponer ya un aumento significativo de las muertes por enfermedades cardiovasculares, tal y como informaba Coliquio, parte de la Red Profesional de Medscape. La exposición generalizada al calor, combinada con el aumento de la proporción de personas mayores, podría provocar un incremento de las enfermedades cardiovasculares, advertían los autores. Por lo tanto, se necesitan medidas de prevención basadas en la evidencia para reducir la carga global de morbilidad y mortalidad cardiovascular relacionada con el calor.

España también se ve afectada 

La preocupación no es nueva: los expertos llevan años advirtiendo del aumento de las olas de calor peligrosas, como el Dr. Camilo Mora, de la Universidad de Hawai en Honolulu. En la actualidad, cerca del 30 % de la población mundial está expuesta a un calor potencialmente mortal al menos 20 días al año, según este experto. En 2100, podría ser de hasta un 48 % o más, incluso si las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeran drásticamente. España también se está viendo afectada, se estima que en nuestro país se dan 1.300 muertes cada año debido al calor. 

Un informe del Grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) del año pasado también demostró la importancia de los riesgos para la salud debidos al calor extremo. El informe estableció una vez más una relación directa entre el cambio climático provocado por el hombre y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos. 

Las consecuencias del calor extremo se hicieron patentes en Europa y también en España durante el "verano del siglo" de 2003: en Europa hubo un exceso de mortalidad de 50.000 personas por las consecuencias del estrés térmico. En España dejó hasta 6.660 muertes atribuibles al calor en poco más de 10 días.

Guía para la protección de las personas mayores

"El calor puede provocar daños considerables en la salud de las personas mayores", recuerda el profesor Dr. Nils Schneider, director del Instituto de Medicina General y Medicina Paliativa de la Facultad de Medicina de Hannover (MHH). Por ello, junto con un equipo de expertos en medicina geriátrica y general, ha elaborado la guía Hilfe bei Hitze in Heimen (Ayuda en caso de calor en las residencias). La guía contiene numerosos consejos para los gestores y el personal de enfermería de las residencias, para los médicos de atención primaria y para los familiares de los residentes de las residencias. Sin embargo, muchas de las medidas prácticas pueden aplicarse también fuera de los hogares, por ejemplo, cuando se cuida a los ancianos en casa, según una declaración del MHH.

Para las personas mayores y las personas con enfermedades crónicas preexistentes, las altas temperaturas suponen un aumento del riesgo de caídas, deshidratación, desorientación, desmayos o parada cardiorespiratoria. La guía Hilfe bei Hitze in Heimen ofrece consejos profesionales para evitar riesgos para la salud. Los temas incluyen los niveles de alerta por calor, los síntomas de deshidratación y la ingesta y el control de líquidos. Además, la guía recuerda lo que hay que tener en cuenta en el caso de los pacientes ancianos con determinadas enfermedades y a la hora de administrar y dosificar medicamentos como diuréticos, antihipertensivos y neurolépticos. "Las personas que toman un gran número de medicamentos corren un riesgo especial. En este caso, tras consultar al médico, puede ser útil una reducción de la dosis de ciertos medicamentos", afirma el Dr. Olaf Krause, geriatra del DIAKOVERE Henriettenstift y jefe del equipo interdisciplinar de expertos de la MHH.

"El personal especializado tiene muchas opciones para evitar los efectos de las altas temperaturas del verano", dice Krause. "Pero también hay medidas muy sencillas que ayudan a las personas mayores a sobrevivir bien a los periodos de calor, ya sea en una casa o en las residencias". Estas medidas incluyen:

  • Persianas/cortinas en las habitaciones
  • Ventiladores en las habitaciones
  • Ventiladores de bolsillo 
  • Adaptación de las comidas (como un plato frío en lugar de una sopa)
  • Ingesta suficiente de líquidos (aproximadamente 1,5 litros al día).

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania y adaptado para Univadis España.