Ecografía para el estudio de la desnutrición y otros problemas metabólicos
- Pura C. Roy
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La ecografía nutricional es una técnica emergente que utiliza el ultrasonido para evaluar la composición corporal. Esta herramienta, barata, portátil y no invasiva, permite evaluar los compartimentos corporales, como tejido adiposo, muscular, conectivo, vascular u óseo.
Desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) destacan la utilidad de esta herramienta para el estudio de la desnutrición y otros problemas metabólicos, así como la importancia de la capacitación de los profesionales para poder integrar la ecografía nutricional en la práctica clínica.
Aunque su uso se ha desarrollado principalmente para la evaluación de la desnutrición, esta puede aplicarse a un espectro muy amplio de enfermedades metabólicas como la diabetes o la obesidad o incluso en pacientes con otras patologías como insuficiencia cardiaca o insuficiencia renal.
Como recoge una publicación difundida por la SEEN, cuyo primer firmante es el endocrinólogo José Manuel García-Almeida: “esta es una técnica emergente muy útil para evaluar el área musculoesquelética con sondas lineales, de banda ancha, multifrecuencia, con una profundidad de campo de 20 a 100 mm. Además cuantifica los cambios de las estructuras musculares en desnutrición y proporciona información sobre los cambios funcionales.
“Aunque no existen puntos de corte específicos validados, el área del recto anterior del cuádriceps se puede utilizar como criterio de desnutrición. La distribución del tejido adiposo proporciona información sobre la reserva energética y el patrón inflamatorio”, especifica en el documento García-Almeida.
Valoración morfofuncional: papel de la ecografía nutricional en las consultas
La valoración morfofuncional es un conjunto de técnicas dirigidas a la evaluación de la composición y función corporal. Para esta valoración morfofuncional existe todo un conjunto de técnicas que ahora se pueden complementar con la ecografía nutricional y así obtener mejores análisis tanto cuantitativos y cualitativos de distintas patologías como el sobrepeso y obesidad, la enfermedad metabólica y la desnutrición.
El endocrinólogo Francisco Botella, coordinador del área de nutrición de la SEEN, explica a Univadis España, que esta técnica aporta múltiples datos. “Hasta la fecha teníamos medidas clásicas del estado nutricional, como puede ser el peso, la talla o el índice de masa corporal (IMC) y ahora podemos disponer de una herramienta más en lo que denominamos valoración morfofuncional. En pocos minutos nos permite ver cómo están los músculos y nuestras reservas de energía, nuestra grasa”.
“La valoración morfofuncional es compleja porque también engloba registros de ingesta, análisis de la calidad de vida, adherencia al tratamiento y datos analíticos, por lo que es una visión global, holística, que incorpora toda la valoración desde el punto de vista morfológico y funcional de la desnutrición”, destaca Botella.
También explica que “conjuntamente con la ecografía nutricional también se puede aplicar la bioimpedancia que son unos electrodos con los que somos capaces de saber la composición corporal, cómo es el estado de nuestras células o cuál es el estado de hidratación. También la dinamometría para evaluar la fuerza, por ejemplo, de la mano que es un dato muy sensible, junto con otras pruebas funcionales para comprobar cómo una persona se mueve o cómo es capaz de levantarse y agacharse y así evaluar el rendimiento físico y la condición nutricional de la persona”.
“La ecografía nutricional comenzó a tenerse en cuenta hace tres años. Debido a su gran utilidad actualmente más del 50 % de las consultas de nutrición de los servicios endocrinos tienen instaurado este sistema. Es una ecografía normal, como la que pueden utilizar los ginecólogos o los digestivos. Ahora estamos en fase de validar sus resultados, en generar datos y medidas estándar a utilizar”, comenta Botella.
Ventajas del uso de la ecografía nutricional
El hecho de ser portátil la hace muy accesible, tanto para uso ambulatorio (en las consultas de la Unidad de Nutrición), como para su aplicación en el área hospitalaria. Y además, al no implicar radiación ionizante es inocua para el paciente..
Por otro lado, al ser una técnica de imagen, la valoración es visual e inmediata, favoreciendo un diagnóstico y tratamientos rápidos. Su información es de gran precisión y fiabilidad sobre la grasa abdominal y grasa corporal.
“No había ninguna técnica de uso clínico para valorar la composición corporal ya que otras técnicas de referencia, como la tomografía axial computarizada (TAC) o el examen de densidad ósea, están muy alejadas de la práctica clínica habitual”.
Por tanto, junto con la bioimpedancia, la ecografía nutricional es muy importante para el seguimiento de los pacientes que ya tienen un diagnóstico. Botella pone un ejemplo de su utilidad: “Una persona desnutrida ha subido cinco kilos, pero estos pueden ser de agua, de grasa o de músculo. Ahora con esta técnica ya podemos saber si esto es bueno, regular o si este dato es irrelevante”.
Líneas futuras
Todavía es necesario establecer más programas de formación en ecografía nutricional para su uso por especialistas en endocrinología y nutrición, con el objetivo de mejorar el diagnóstico y tratamiento de sus pacientes. Pero según Botella, los planes de enseñanza son ya una realidad, “llevamos varios años capacitando a los socios de la SEEN ya que el interés que ha suscitado entre los endocrinólogos es muy grande”, concluye.
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