EAS 2022 — Prevención de las enfermedades cardiovasculares más allá del tratamiento farmacológico
- Univadis
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En una sesión plenaria titulada “Del estilo de vida a las terapias de diseño” celebrada durante el congreso de la Sociedad Europea de Ateroesclerosis (European Atherosclerosis Society, EAS) 2022, presidida por Christoph J. Binder (Austria) y Maciej Banach (Polonia), un grupo de expertos analizó determinados aspectos de la prevención de las enfermedades cardiovasculares más allá del tratamiento farmacológico.
Prevención de las enfermedades cardiovasculares a nivel poblacional (Salim Yusuf, Canadá)
Las tres causas modificables principales de la mortalidad vascular son el tabaco, la presión arterial y el nivel de lípidos en sangre. El tabaquismo es un determinante clave de la carga cardiovascular global. La contaminación del aire y el cambio climático pueden ser otros posibles determinantes de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad, pero están sujetos a posibles factores de confusión.
El aumento de la ingesta de potasio en la alimentación a través de alimentos ricos en potasio parece ser beneficioso en poblaciones con riesgo elevado de hipertensión. Los datos que defienden la reducción de sodio en la prevención de las enfermedades cardiovasculares no son contundentes. El papel que desempeña gran parte del resto de factores alimentarios sigue sin estar claro, pero la moderación y el mantenimiento del equilibrio nutricional son importantes.
La reducción del nivel de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad y de la presión arterial pueden, en cierta medida, reducir las enfermedades cardiovasculares en un 50 %, incluidas las muertes por esta causa. El Dr. Yusuf aboga firmemente por la combinación fija de fármacos o polipíldoras como una estrategia muy eficaz en la prevención de las enfermedades cardiovasculares en todo el mundo. El estudio Global Burden of Disease estima que, si solo el 50 % de las personas del mundo recibiera una polipíldora, podríamos prevenir 6 millones de episodios cardiovasculares y 2 millones de muertes cada año.
El Dr. Yusuf también destaca la necesidad de desarrollar sistemas sanitarios de bajo coste que dependan principalmente de trabajadores sanitarios que no sean médicos para reducir la carga global de las enfermedades cardiovasculares de forma económica.
Cómo actuar sobre los ARN no codificantes (Kathryn J. Moore, Estados Unidos)
El ARN no codificante, que representa el 98 % de toda la producción transcripcional en los seres humanos, se consideraba inútil en el pasado. Pero ahora nos hemos dado cuenta de que el transcriptoma de ARN no codificante posee una gran cantidad de ARN activos, incluidos los microARN y los ARN no codificantes largos.
En estudios sobre los ARN no codificantes se ha identificado una interacción compleja entre las especies de ARN codificantes y las no codificantes en la regulación de la homeostasis del colesterol en los seres humanos.
La tecnología antisentido, una herramienta para manipular la expresión génica en la célula, nos permite ahora actuar sobre el microARN y el ARN no codificante largo in vivo, lo que ha abierto nuevas vías terapéuticas contra la ateroesclerosis.
Cómo combatir la inflamación (Paul M. Ridker, Estados Unidos)
Sabemos desde hace mucho tiempo que la inflamación es un factor clave en la aparición de la ateroesclerosis. El concepto de riesgo inflamatorio residual se ha convertido en un tema importante en la atención contemporánea de la ateroesclerosis. Los pacientes que reciben tratamiento con estatinas de intensidad alta pueden presentar un nivel de colesterol de lipoproteínas de baja densidad bien controlado, pero la proteína C reactiva de sensibilidad alta se mantiene elevada. Ahora tenemos indicios claros de que es posible reducir el riesgo de estos pacientes.
El Dr. Ridker presenta el hecho, bastante sorprendente, de que, en un centro especializado en ateroesclerosis típico, hay tres pacientes con riesgo inflamatorio residual por cada paciente con riesgo de colesterol residual.
Han pasado más de dos décadas desde que sabemos que las estatinas también producen efectos antinflamatorios, además de ser hipolipemiantes. Esto se corroboró además a través de los ensayos PROVE-IT e IMPROVE-IT, en los que se mostró que la proteína C reactiva de sensibilidad alta también puede mediar, en cierta medida, en la reducción del riesgo cardiovascular. La colchicina es otra molécula que ha demostrado beneficios antinflamatorios significativos en los ensayos clínicos.
Se ha identificado que los niveles de interleucina 6 son un potente factor pronóstico de futuros episodios cardiovasculares y, por lo tanto, son un objetivo potencial para la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Se está desarrollando un nuevo anticuerpo monoclonal, llamado ziltevikimab, dirigido contra el ligando de la interleucina 6, específicamente contra la ateroesclerosis.
¿Deberíamos combatir la inflamación para la prevención de las enfermedades cardiovasculares? La respuesta es claramente afirmativa, como se muestra en varios ensayos clínicos. Deberíamos pensar en ello como un complemento a la reducción de lípidos y no como una alternativa a esta. El Dr. Ridker concluye que es imperativo que los médicos midan la proteína C reactiva de sensibilidad alta en sus consultas. “No se puede tratar lo que no se mide”.
Inteligencia artificial en el diagnóstico (Charalambos Antoniades, Reino Unido)
La medicina de precisión debe ir más allá de los factores de riesgo clínicos tradicionales, como las puntuaciones genéticas, los biomarcadores plasmáticos, las imágenes de placas y las imágenes de la actividad de la enfermedad/de la inflamación coronaria. La medicina personalizada solo se hará realidad si tenemos la potencia informática para tener en cuenta todos estos factores. Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial.
La única modalidad de obtención de imágenes en la práctica clínica que visualiza la ateroesclerosis es la angiografía coronaria por tomografía computarizada. La aplicación de la inteligencia artificial permite una segmentación más rápida y mejor de la placa ateroesclerótica a partir de imágenes coronarias obtenidas por tomografía computarizada. La inteligencia artificial también puede utilizarse para mejorar la segmentación de las estructuras cardiacas y el tejido adiposo epicárdico. Un enfoque radiómico con inteligencia artificial nos permite analizar la textura tridimensional de las placas ateroescleróticas. El Dr. Antoniades habla sobre la investigación en curso alrededor del uso de la inteligencia artificial para caracterizar distintos tipos de inflamación vascular. Una extensión de esto podría ser la cuantificación de la inflamación vascular aguda en la COVID-19.
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