Documento para hacer una correcta transición del hospital al domicilio de los pacientes con diabetes
- Pura C.Roy
“La prevalencia de la diabetes en España es de casi el 14% en población mayor de 18 años, pero podemos decir que se acerca al 30 % en las personas que tienen más de 60 años (más en los tramos de mayor edad). Solo con estos datos ya deducimos que en el hospital es un problema muy frecuente, pero es que, además, las personas con diabetes se hospitalizan más y la hospitalización frecuentemente hace que la diabetes se descompense. Es, efectivamente, un problema muy frecuente en la práctica diaria”, afirma Manuel Botana, miembro del Área de Diabetes de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Ante estos datos y para un mejor control de los pacientes con diabetes, la SEEN ha realizado un Documento de Transición al Alta Hospitalaria de las Personas con Diabetes que pretende ser una guía práctica para profesionales de la salud con recomendaciones para el correcto manejo de las personas con diabetes mellitus durante el período de transición entre hospitalización y el seguimiento de forma ambulatoria. Va dirigida tanto a los profesionales que realizan el alta del paciente, como a los que los evalúan después del alta.
Con él se pretende que el manejo de la diabetes en el medio hospitalario sea homogéneo y correcto, que el paciente cuando sea dado de alta conozca su tratamiento y sea capaz de autogestionarlo y que el médico lo reciba con toda la información que va a necesitar para su control y seguimiento.
Unificar criterios
Para Botana, coautor del documento junto a Judith López-Fernández, Juan Francisco Merino-Torres y Virginia Bellido, “la diabetes es una patología muy frecuente en el medio hospitalario, tanto porque las personas con diabetes tienen mayor frecuencia de ingresos como porque muchas patologías que condicionan el ingreso se ven complicadas por la existencia de diabetes o de hiperglucemia de estrés asociada a la patología que ha motivado el ingreso. Todos los sanitarios del medio hospitalario tienen que manejar personas con diabetes, pero no todos tienen la experiencia o la formación suficiente para hacerlo de forma correcta y actualizada. Además, dependiendo del área sanitaria, y del Servicio afectado dentro de una misma área, el manejo de la diabetes es muy heterogéneo y no siempre el mejor”.
Por otra parte, precisa Botana, “el paciente con diabetes que necesita un ingreso hospitalario muy frecuentemente experimenta cambios en su dieta, y se somete a modificaciones en el tratamiento que le afectan directamente, que no siempre se le explican de forma suficiente, y deben de ser conocidos no solo por sus médicos responsables en el hospital, sino también por los médicos de la Medicina Extrahospitalaria que los van a seguir una vez sean dados de alta”.
Planificación
La diabetes aumenta el riesgo de complicaciones intrahospitalarias, prolonga la estancia media del paciente en el hospital y aumenta la mortalidad. Además incrementa el gasto sanitario y la calidad de vida del paciente.
Por ello, las recomendaciones que recoge el documento empiezan en el ingreso. Se deben recoger datos como la duración o la complejidad de la hospitalización, la edad, la fragilidad, el peso, la dieta, riesgos adicionales o posibilidad de sarcopenia. Todo para conseguir un tratamiento centrado en el paciente.
Para completarlo se realizará una evaluación que indique si el nivel glucémico era el adecuado antes a su ingreso y se debe revisar todo lo concerniente con la insulina: tipo, dosis, número de veces que se administra, así como comprobar si lleva monitorización de glucemia capilar y si la necesitará en el alta. Es importante también evaluar los riesgos de hipoglucemia durante el ingreso y verificar si persiste en el alta.
El proceso hospitalario favorece la descompensación de la diabetes, el uso frecuente de fármacos hiperglucemiantes dificulta el manejo, los cambios en la dieta, el ayuno prolongado y las exploraciones de todo tipo, favorecen las hipoglucemias y las hiperglucemias. Son pacientes que requieren control del estado metabólico varias veces al día y sobrecargan mucho el trabajo de la enfermera. Son pacientes que más frecuentemente tienen problemas cardiorrenales que también requieren ajuste y vigilancia. El alta se debe planificar con 48 horas o 24 h (mínimo imprescindible).
Educación
Los fármacos son un pilar del tratamiento,pero, tan importante como ellos es el estilo de vida, la dieta, la actividad física y la educación sanitaria, elementos que se resaltan en el documento. Para Botana, “el médico y la enfermera tienen que conocer la enfermedad y los tratamientos que aplican, y saber explicárselos al paciente porque frecuentemente éste va a tener que seguir con ellos en su domicilio. En caso de duda, el referente hospitalario de esta patología es el equipo de Endocrinología y Nutrición, que es el que asesorará para que todo ello se desarrolle de la forma correcta. El paciente tiene que ser educado de forma exhaustiva y completa para que pueda autogestionarse. La educación terapéutica en la diabetes es crítica, y, frecuentemente insuficiente”.
Transición segura
El documento concluye con los requerimientos imprescindibles para poder establecer una transición de la persona con diabetes desde el hospital hasta su domicilio, que se recogen en los siguientes puntos:
- Facilitar una vía de contacto telemática preferente de seguimiento de los pacientes dados de alta del hospital, al menos durante un periodo correcto.
- La comunicación telemática con Endocrinología es indispensable y debe ser inmediata tanto para consultas de las altas hospitalarias como para seguimiento o derivación.
- Es imprescindible el acceso bidireccional, operativo e inmediato.
- Se elaborarán vías clínicas para el manejo de estos pacientes, especialmente en cada una de las situaciones especiales como pacientes oncológicos, trasplantados, tratamientos con corticoides o sarcopenia entre otros.
- Facilitar acceso a la educación terapéutica por educadoras especializadas.
- Facilitar acceso a profesionales especializados: dietista-nutricionista, podólogo, psicólogo, profesionales de actividad física y deporte.
- Información completa y compartida sobre la educación terapéutica que recibe el paciente.
- Dotación adecuada de agujas, tiras reactivas y lancetas y glucómetro ya en el momento del alta.
- Continuidad asistencial inmediata con Endocrinología y Nutrición.
En palabras de Botana, “le damos especial importancia a la valoración nutricional y al tratamiento dietético que va a recibir, a conocer con certeza, mediante la medición siempre de la hemoglobina glucosilada (HbA1c), del control metabólico que el paciente tenía antes del ingreso hospitalario, a la educación terapéutica en diabetes al paciente, completa y personalizada, y a la correcta información con la que el paciente tiene que ser dado de alta para su seguimiento una vez esté fuera del hospital”. Todo ello encaminado a que el paciente pueda tener autonomía y minimizar las posibles complicaciones.
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