¿Dieta baja en oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles apta para pacientes pediátricos?
- Megan Brooks
- Maria Baena
- Noticias de Medscape
Según un informe de opinión de la Sociedad Europea de Gastroenterología Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN, por sus siglas en inglés) es escasa la evidencia que apoya el uso de una dieta baja en oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles en pacientes prediátricos con síndrome de intestino irritable, y no hay evidencia para recomendar su uso para otras enfermedades ni trastornos digestivos en este grupo de pacientes.[1]
La dieta baja en oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles (FODMAP) se utiliza cada vez más para tratar a los pacientes pediátricos con diversas molestias y trastornos digestivos.
"Es fundamental saber cómo y cuándo utilizar la dieta, ya que una dieta restrictiva puede afectar la adecuación nutricional o promover una alimentación distorsionada en personas vulnerables", señalaron los autores.
Rut Anne Thomassen, del Departamento de Medicina Pediátrica del Hospital Universitario de Oslo, en Oslo, Noruega, y un equipo internacional de expertos realizaron una revisión bibliográfica sistemática de la evidencia sobre la seguridad y la eficacia de la dieta FODMAP en pacientes pediátricos.
Esta dieta no ha sido bien estudiada en pacientes pediátricos, informaron.
De las 53 publicaciones y registros que examinaron, solo se incluyeron en su evaluación siete estudios (cuatro ensayos clínicos aleatorizados y tres intervenciones sin grupo de control o estudios observacionales).
En los siete estudios, solo 111 pacientes pediátricos recibieron la dieta FODMAP, mientras que 85 siguieron una dieta de control para la comparación (una dieta descrita como saludable, habitual o típica estadounidense para niños).
Todos los estudios pediátricos se centraron en trastornos de dolor abdominal funcional. En ninguno se abordó la sensibilidad al gluten no celíaca, la proliferación bacteriana del intestino delgado o las enfermedades inflamatorias intestinales.
A partir de su revisión, los autores concluyeron que, en la actualidad, "no hay evidencia suficiente" para recomendar de forma sistemática la dieta FODMAP para tratar los trastornos digestivos funcionales, la sensibilidad al gluten no celíaca, las enfermedades inflamatorias del intestino o la proliferación bacteriana del intestino delgado en los pacientes pediátricos.
Cuando se considera la dieta FODMAP para los niños, los autores recomiendan una historia clínica y una exploración física completas, así como la evaluación del estado nutricional y de los síntomas digestivos por parte de un equipo multidisciplinar.
"Lo ideal sería utilizar un cuestionario estandarizado antes y después del inicio de la dieta, para evaluar objetivamente su efecto", aconsejaron los autores.
Un dietista debe evaluar la dieta del niño para determinar cualquier posible carencia, que podría verse agravada por las restricciones de la dieta FODMAP.
A fin de promover el cumplimiento de la dieta, deben abordarse las posibles dificultades, como la forma de proporcionar un almuerzo escolar adecuado o qué hacer cuando el niño se queda en casa de un amigo.
Los autores recomendaron proporcionar a los padres información escrita sobre las fuentes de oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles y los alimentos sustitutivos adecuados. Ofrecer planes de comidas puede reducir el riesgo de cometer errores en la dieta, así como el riesgo de ofrecer una dieta insuficiente en nutrientes esenciales, afirmaron.
"Artículo útil"
"Es un artículo útil, sobre todo porque destaca la escasez de datos relativos a las dietoterapias en los pacientes pediátricos y la importancia de realizar estudios en esta población", dijo a Medscape Noticias Médicas el Dr. Ashwin Ananthakrishnan, maestro en salud pública y gastroenterólogo del Hospital General de Massachusetts y de la Facultad de Medicina de Harvard en Boston, Estados Unidos, quien no participó en la investigación.
El Dr. Samuel Nurko, maestro en salud pública, director del Centro de Motilidad y Trastornos Digestivos Funcionales del Hospital Pediátrico de Boston, en Massachusetts, Estados unidos, señaló que algunos estudios han demostrado que una dieta FODMAP puede ser eficaz para controlar los síntomas tanto en adultos como en niños.
"El problema en los pacientes pediátricos es que los ensayos son muy pequeños y no hay muchos, por lo que la evidencia es limitada", comentó a Medscape Noticias Médicas el Dr. Nurko, quien no participó en la redacción del informe de opinión.
Eso no quiere decir que no deba probarse en los casos adecuados. "No hay duda de que, en algunos pacientes la eliminación de los oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles produce una gran mejora de los síntomas digestivos. El problema de esta dieta es que, si no se implementa bien, habrá problemas de deficiencias nutricionales", reflexionó el especialista.
"Si se va a probar la dieta, debe ser por un tiempo breve, no más de cuatro a seis semanas, y debe adoptarse un enfoque descendente. Hay que eliminar los oligosacáridos fermentables, disacáridos, monosacáridos y polioles, y luego empezar a reintroducirlos. Los niños responderán a la dieta o no lo harán. Si no lo hacen, no hay razón para mantenerlos en ella. Es una dieta muy difícil de llevar", especificó el Dr. Nurko.
No se ha declaró ninguna fuente de financiación para el estudio. Los autores, los doctores Ananthakrishnan y Nurko han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.
Este contenido fue publicado originalmente en Medscape.com y adaptado para Medscape en español, parte de la Red Profesional.
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