Diario de una estudiante: el médico que sigue siendo estudiante
- Esther Cacho Lobo
- Editorial
Terminas el Grado en Medicina y te conviertes en médico. A partir de este momento, tienes dos opciones. Puedes empezar a ejercer como médico o, por el contrario, aferrarte de nuevo a los libros y seguir siendo estudiante.
Los médicos podrían definirse como los eternos estudiantes, y esto se debe a la obligación de estar en constante aprendizaje (nuevos fármacos, nuevos genes, nuevas técnicas, nuevas pruebas…). Sin embargo, llevamos toda una vida soñando en ser médicos, contemplando ese pensamiento con la expectativa de convertirnos, desde el minuto uno, en médicos en activo y salvar vidas, ver paciente tras paciente y empezar a firmar recetas.
Pero no compañerx, probablemente, todo lo que harás, una vez solicites tu título, sea vaciar tu estantería de casi todos los libros con los que has estudiado durante estos seis años, y llenarla de manuales de academias MIR que te acompañarán durante once horas y media al día, siete días a la semana, durante siete meses.
Socialmente, puede resultar confuso para los demás, ya que la gente te reconoce como médico, alguno incluso te pregunta “pero, ¿dónde estás? ¿aquí en el consultorio o en el hospital?”. Esta situación puede generarte incomodidad, ya que sientes la necesidad constante de explicar que te encuentras en proceso de preparación, concretamente ahora, dedicado al estudio del MIR.
Cuando anteriormente hablaba de probabilidad, me refería a que la mayoría de graduados en Medicina escogen la ruta del MIR. Sin embargo, existen otras opciones igual de válidas, pero menos comunes.
Algunos optan por alguna de las ofertas de empleo inundan los grupos de Whatsapp al finalizar el curso y que permiten la incorporación al ejercicio como médico en mutuas, clínicas, e incluso hospitales privados. Ofertas muy tentadoras, que para quién desee ejercer cuanto antes, pueden ser la mejor opción.
También están los recién graduados que se decantan por realizar un máster, el que más de moda está actualmente es el de Medicina Estética. Otra opción es realizar una oposición a funcionario del estado, cómo por ejemplo la que te ofrece la oportunidad de incorporarte al Cuerpo Nacional de Médicos Forenses. Sin embargo, incluso aquellos que se decantan por estas alternativas, seguirán siendo estudiantes durante un tiempo adicional.
En definitiva, aunque el camino más común después de obtener el título de Medicina es prepararse para el MIR, existen diversas opciones para los graduados, cada una con sus ventajas y desafíos. La decisión dependerá de las preferencias individuales y las oportunidades que se presenten.
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