Diario de una estudiante: “Comienza la recta final”
- Esther Cacho Lobo
A tan solo un par de días de comenzar el curso, las emociones se vuelven las protagonistas de mi día a día. Parece mentira, pero comienza el que será mi último curso de estudiante. Sexto de medicina, ¡voy a por ti!
Nuevo curso, pero este diferente al resto, sin clases, con un rotatorio por completar, un trabajo de fin de grado (TFG) por hacer, un preMIR desde el minuto cero, mucho que aprender y mucho que celebrar.
Durante 5 años hemos pasado por aulas donde los Power Points leídos, las teclas de los ordenadores sonando y hoja de firmas (porque la asistencia a clase es obligatoria) eran el pan de cada día. En ocasiones, algún profesor conseguía cambiar un bostezo, por un gesto de asombro, mantenerte atento y al menos irte de allí con un buen sabor de boca, ¡menuda suerte ese día!
Diciembres y mayos donde las ojeras y los gestos de preocupación inundan las bibliotecas. Y no, no solo estudiamos estos dos meses. Los descansos pasan de ser un momento de sociabilizar y preguntarle a tu amigo que tal le ha ido, a comodines de tiempo donde ese mismo amigo contesta tus dudas y tú las suyas.
De esto, no queda nada este año, cambiamos los ordenadores y “tochos”, por las batas y los zuecos. Ahora sí vas a parecer un poco más médico. ¿Y cómo te sientes?, ¿emocionadx?, ¿con miedo?
Miedo y ganas, dos sentimientos que, aunque parezcan contrarios, inundan a muchos de los estudiantes que nos encontramos en la misma situación. Ganas de comprobar que las prácticas existen, porque durante la carrera parecen más un mito que una realidad. Miedo a no saber, a equivocarte, a perderte por los pasillos, a no encontrar a tu tutor…
Pudiera parecer que son muchos más los miedos que las ganas y que por lo tanto este año fuera a ser más una tortura que otra cosa, pero eso no es así. ¿Vocación? llamadlo así si queréis, pero pese a todo estoy segura de que merecerá la pena. Eso sí, queridos tutores hacednos caso, queremos aprender.
El TFG no goza de muy buena fama entre los alumnos, pero no solo de medicina, de cualquier carrera, todos se refieren a él como: “un trámite por el que hay que pasar, eso sí, prioriza el tutor al tema”. De nuevo, los tutores son los protagonistas de la experiencia. Todos rezamos por tener a alguien que nos contagie de ganas y nos motive a trabajar un tema concreto, pero bien sabemos que no todos vamos a correr la misma fortuna. ¡Buena suerte compañerxs!
Y del preMIR solo sé que ya tengo un calendario cerrado hasta febrero 2023, que eso agobia, pero también tranquiliza. Lo que más me ha llamado la atención es que por primera vez en muchos años tenemos vacaciones de navidad, ¿no os parece increíble?
Tantas cosas de las que despedirnos, tantas por vivir, tantas ganas y tantos miedos. Solo espero que todos los que vivís la misma situación que yo este año estéis igual: llenos de ilusión. ¡Disfrutad!
Esther Cacho Lobo es estudiante de Medicina en la Universidad de Extreñadura.
Desafortunadamente este artículo no esta disponible para usuarios no logados
Has alcanzdo el límite de artículos por usuario
Acceso gratuito Un servicio exclusivo para profesionales sanitarios