Diario de una estudiante: “Navidades durante la carrera: ¿vacaciones o intensivo?”
- Esther Cacho Lobo
- Editorial
Llegadas estas fechas, el espíritu navideño inunda cada rincón de nuestras vidas. Todo el mundo se prepara para las numerosas reuniones familiares, los centros comerciales están repletos de gente comprando regalos, quienes residen fuera de sus ciudades vuelven a ellas y cada día es una oportunidad para hacer un plan diferente a los disponibles en otras fechas. Las ciudades se encienden con adornos navideños luminosos, los puestos llenan las plazas de las ciudades y se montan pistas de patinaje sobre hielo hasta en las ciudades donde ni siquiera cae un copo de nieve. Pero, los estudiantes de medicina ¿dónde están?
Para todos nosotros, más que un periodo vacacional para disfrutar de todo lo anteriormente citado, es una oportunidad de estudio intensivo. Todo lo que no te ha dado tiempo a hacer durante el cuatrimestre, en el que clases, prácticas y seminarios ocupaban tu día, tienes que hacerlo ahora. Para ello, hay que renunciar a miles de momentos con tus amigos, familias o incluso contigo mismo. Y es que los “tochos” interminables de miles de páginas no se estudian solos.
Las bibliotecas de referencia de cada ciudad llenan gran parte de su aforo con estudiantes de nuestro grado. Por lo que, quizás, el plan social más destacable del día a día de un estudiante de medicina sea tomarse un café de máquina en el descanso de la biblioteca.
Si te colocas en la puerta de una biblioteca verás el tránsito de jóvenes estudiantes cargando con sus apuntes para entrar o salir. Conforme pasan los días las ojeras aumentan, las caras reflejan cada vez más el cansancio y las jornadas de estudio se alargan. ¡Hay que aprovechar todo el tiempo posible!
En mi caso, estudiante de sexto, llevo cinco años sin poder celebrar los cumpleaños de aquellos amigos que nacieron en diciembre, sin poder alargar la comida de navidad, año nuevo o reyes, y sacrificando la fiesta de fin de año, para no estar cansada al día siguiente y poder estudiar.
Y este año, mis expectativas eran poder disfrutar de las navidades con mi familia y amigos. Pensaba que el hecho de no tener “demasiados ”apuntes para estudiar, aliviaría mi carga de trabajo navideña y que bajo ningún concepto tendría que pasar las horas de mi “periodo vacacional” metida en una biblioteca. Como siempre, las expectativas distan mucho de la realidad. Prácticas clínicas matutinas, y en ocasiones vespertinas, curso MIR todos los días de lunes a sábado y, el gran olvidado, el trabajo de fin de grado (TFG).
El tiempo es limitado, eso ya lo sabíamos, y en muchas ocasiones las tareas pendientes diarias son inabarcables. Durante este cuatrimestre ha habido semanas que no podía cumplir el calendario del MIR, sábados en los que necesitas esa desconexión y en consecuencia no haces el simulacro, y del TFG mejor ni hablar, siempre a la cola de prioridades, por desgracia. Pero la solución a todo era: “en navidades me pongo al día”.
Aquí están las navidades y mi debate enfrenta el deber y la responsabilidad contra el saber que quizás sea la última oportunidad para disfrutar de todo lo que la navidad supone. Los años anteriores mi compañía navideña han sido los apuntes y subrayadores. El año que viene, a estas alturas, estaré un mes de presentarme al MIR. Los años posteriores, según lo que los médicos internos residentes nos han contado durante las prácticas, las guardias de los días señalados en el calendario nos van a tocar a nosotros y las del resto de días, posiblemente también.
Como siempre, considero que la solución está en el equilibrio. Quizás sí tenga que echar algunas horas en la biblioteca, más de las que me gustarían, seguro. Sin embargo, sí creo que pueda permitirme disfrutar de todo lo que, por suerte, me rodea.
¡Feliz Navidad!
Esther Cacho Lobo es estudiante de sexto de Medicina en la Universidad de Extremadura.
Desafortunadamente este artículo no esta disponible para usuarios no logados
Has alcanzdo el límite de artículos por usuario
Acceso gratuito Un servicio exclusivo para profesionales sanitarios