Depresión posparto: la unión hace la fuerza
- Elena Riboldi
- Noticias
Un estudio canadiense demuestra que la psicoterapia de grupo tiene efectos positivos en las madres primerizas que presentan síntomas depresivos. La intervención propuesta con éxito por los investigadores de la Universidad McMaster consistía en un programa de reuniones en línea dirigidas por alguien que conocía bien el problema. Las reuniones estaban dirigidas por mujeres que habían sufrido ellas mismas depresión posparto y habían recibido formación de psicoterapeutas experimentadas. Recurrir a iguales y organizar reuniones a distancia puede ser una estrategia eficaz para llegar a muchas mujeres necesitadas.
Un problema que hay que abordar
Hasta una quinta parte de las madres sufren depresión posparto, pero solo una de cada diez recibe tratamiento basado en pruebas. Si no se trata, este malestar psicológico aumenta el riesgo de sufrir episodios depresivos en el futuro, interfiere en la armonía familiar y afecta negativamente al crecimiento cognitivo y emocional de la descendencia.
Los obstáculos al tratamiento de la depresión posparto incluyen problemas logísticos (falta de tiempo, imposibilidad de viajar, dificultad para dejar al bebé con otras personas), cierta reticencia por parte de las afectadas (que temen ser juzgadas o no ser comprendidas), pero también la relativa falta de profesionales de la salud mental con experiencia en el tratamiento de problemas relacionados con la maternidad.
Las intervenciones conducidas por iguales se han propuesto como posible complemento de los servicios de salud mental. A favor del éxito de estas intervenciones está, sobre todo, el hecho de que alguien que ha superado una dificultad es visto como alguien con credibilidad, alguien que no adopta una actitud juzgadora, en definitiva, un modelo positivo.
Entre iguales
Investigadores canadienses querían comprobar si un programa de terapia cognitivo-conductual en grupo de nueve semanas en línea conducido por personas que se habían recuperado de una depresión posparto era eficaz para tratar esta enfermedad y sus comorbilidades.
Se inscribieron 183 mujeres adultas residentes en Ontario, Canadá, que tenían un hijo de menos de un año y una puntuación de 10 o más en la Escala de Depresión Posnatal de Edimburgo (EPDS; rango 0-30). Las participantes fueron asignadas aleatoriamente a recibir la intervención experimental o la atención habitual. La depresión, la ansiedad, el apoyo social y el vínculo madre-hijo se evaluaron a las 9 semanas y a los 3 meses.
El programa consistió en una reunión semanal online de 2 horas a través de videollamada colectiva en Zoom. La primera hora estaba dirigida a la enseñanza y práctica de la terapia cognitivo-conductual, y la segunda a la discusión de temas relevantes para las pacientes con depresión posparto. Dos facilitadoras dirigieron las reuniones. El coordinador de la investigación supervisó las reuniones y las grabó para que un psiquiatra perinatal experimentado pudiera analizarlas y dar feedback semanal a los facilitadores.
Las compañeras implicadas, elegidas entre las mujeres que habían superado la depresión posparto y habían respondido al anuncio, asistieron a un programa de formación de 3 días en el que se les dieron las nociones básicas necesarias y, a continuación, asistieron a las reuniones de una intervención de 9 semanas organizada en el hospital. Recibieron una compensación económica por su labor como facilitadoras.
Buenos resultados
Las mujeres con depresión posparto que siguieron el programa mostraron mejoras significativas tanto en la depresión como en la ansiedad (medidas por las puntuaciones del Cuestionario-7 del Trastorno de Ansiedad Generalizada). Las mejoras seguían siendo observables después de 3 meses, lo que indica una estabilidad de los efectos. El apoyo social, la ansiedad centrada en el bebé y el temperamento del niño también habían mejorado como resultado de la intervención.
"Dada su eficacia, el posible ahorro y el número potencial de compañeras facilitadoras que podrían ser entrenadas, esta intervención podría servir como un primer paso en los modelos de atención escalonada para el tratamiento de la depresión posparto", sugieren los autores del estudio. "Si se implementa de esta manera, no solo podría proporcionar tratamiento para algunas personas, sino que podría ayudar a identificar a aquellas que requieren un tratamiento más especializado y/o intensivo".
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Italia.
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