¿Cuándo y cómo evaluar la salud de la microbiota vaginal?
- Agnès Lara
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Los lactobacillus, que constituyen la mayor parte de la microbiota vaginal, desempeñan un papel protector frente a muchas infecciones urogenitales que se ven en la práctica diaria. El Dr. Jean-Marc Bohbot, andrólogo y especialista en infecciosas del Instituto Fournier de París, nos explica qué mujeres necesitan tener una microbiota equilibrada y cómo.
Univadis: Un desequilibrio de la microbiota vaginal puede favorecer la aparición de ciertas infecciones urogenitales. ¿Cuáles en concreto?
Jean-Marc Bohbot: La vaginosis bacteriana, la infección vaginal más frecuente, es el prototipo mismo de un desequilibrio de la flora vaginal. Disbiosis significa que los lactobacillus han desaparecido o se han modificado y proliferan bacterias esencialmente anaerobias. Estas infecciones son muy desagradables y reaparecen con frecuencia a pesar del tratamiento antibiótico. Los antibióticos solo tienen un efecto puntual y nunca pueden restablecer el equilibrio de la microbiota, sino todo lo contrario. Por lo tanto, su uso es insuficiente para prevenir las recidivas, y se está empezando a recomendar el uso de probióticos. Es importante tener en cuenta que no todas las cepas de probióticos son susceptibles de adaptarse al medio vaginal, y se debe elegir aquellas que hayan demostrado su eficacia para restablecer la microbiota en este medio concreto (y no las destinadas al intestino): Lactobacillus crispatus, L. gasseri, L. acidophilus, L. helveticus, L. plantarum, etc. En mi práctica actual complemento el tratamiento antibiótico con un ciclo de probióticos de tres semanas a un mes de duración, que puede iniciarse simultáneamente, en cuanto aparece el primer episodio de vaginosis bacteriana. En caso de recurrencia, puede considerarse la posibilidad de tratamientos más prolongados, de tres meses seguidos. Hay que recordar que todos los probióticos disponibles para este fin se toman actualmente por vía oral.
Univadis: ¿Esto también se aplica a las micosis?
J.Bohot: No necesariamente en el caso de un primer episodio. Pero las micosis repetidas indican muy a menudo un desequilibrio de la microbiota. Las recomendaciones actuales son tomar fluconazol por vía oral una vez a la semana durante seis meses. Sin embargo, si la microbiota vaginal no se ha restablecido durante este periodo, el riesgo de recurrencia es elevado. En mi práctica clínica, siempre sigo este tratamiento básico con probióticos: dos semanas al mes durante tres meses, o cuatro semanas cada dos meses durante unos seis meses. La duración del tratamiento es realmente a la carta, en función de cómo se sienta la paciente.
Univadis: ¿Influye también la microbiota en la aparición de la cistitis?
J.M Bohot: La cistitis también está relacionada con un desequilibrio de la microbiota vaginal o intestinal. Los uropatógenos proceden del intestino y atraviesan el perineo. Muy a menudo, las mujeres afectadas también tienen problemas de estreñimiento o hinchazón crónica, o incluso sequedad vaginal o dispareunia. Cuando también hay disbiosis vaginal, la vagina deja de actuar como un muro y los enteropatógenos entran más fácilmente en contacto con el meato urinario, por ejemplo durante las relaciones sexuales.
Por lo tanto, para ayudar adecuadamente a estas mujeres, es importante no centrarse únicamente en los síntomas urinarios, sino también tener en cuenta lo que ocurre en las esferas intestinal y genital. Como en el caso de las infecciones mencionadas anteriormente, un antibiótico solo resolverá el problema de forma puntual. Incluso puede agravar la situación si no se restablece al mismo tiempo la microbiota alterada. Para ello, se puede recurrir a los probióticos. Existen cepas específicas para los problemas intestinales, como L. helveticus, L. longum, Bifidobacterium lactis, etc. para el estreñimiento, o L. plantarum, Bifidobacterium lactis, L. acidophilus, etc. para la hinchazón, y otras para la vagina (véase más arriba). El tabaquismo es un factor de riesgo importante para el desequilibrio de la microbiota que debe comentarse con la paciente.
Univadis: ¿Por qué es importante comprobar el equilibrio de la microbiota en las mujeres con virus del papiloma humano?
J.M Bohot: El virus del papiloma humano (VPH) se elimina espontáneamente en el 70 % de los casos, pero esta eliminación natural es menos frecuente cuando hay disbiosis vaginal. También sabemos que la presencia de disbiosis acelera la progresión de la displasia cervical hacia lesiones de mayor grado. Por lo tanto, la vigilancia de la infección por el VPH no debe limitarse a la colposcopia o a las pruebas para detectar la presencia del VPH en las visitas de seguimiento. También debe fomentar la eliminación del virus comprobando sistemáticamente el equilibrio de la microbiota, especialmente si hay lesiones en el cuello uterino. Esto puede hacerse de forma muy sencilla en la consulta midiendo el pH vaginal o en el laboratorio mediante el test de Nugent. En la práctica, un pH ácido (inferior a 4,5 en el papel de pH) refleja una microbiota equilibrada, mientras que un pH más elevado indica disbiosis. En este caso, se recomienda la administración de probióticos a largo plazo (tres meses). Se trata de un punto importante para los médicos de familia, cada vez más solicitados para realizar un seguimiento ginecológico en la comunidad.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Francia.
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