COVID-19: el SARS-CoV-2 se distribuye ampliamente por el cuerpo y el cerebro hasta 230 días después de la aparición de los síntomas

  • Chertow D & al. | Res Sq

  • Maria Baena
  • Resúmenes de artículos
El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados. El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados.

Reseñado por Miriam Davis, PhD | Informes Clínicos | 7 de enero de 2022

Conclusión práctica

  • Un completo estudio de las autopsias de 44 pacientes con COVID-19 infectados durante el primer año de la pandemia descubrió ARN del SARS-CoV-2 ampliamente distribuido en múltiples ubicaciones del cuerpo, incluido el cerebro, hasta 230 días después de la aparición de los síntomas.
  • Los hallazgos, publicados en la plataforma de preimpresión Research Square, están siendo revisados ​​por Nature.

Relevancia

  • Los hallazgos representan el mapa más sensible y completo de la persistencia del SARS-CoV-2 en el cuerpo y el cerebro.
  • Se espera que los hallazgos ayuden a comprender y tratar la COVID persistente (“long COVID”).

Diseño del estudio

  • Cohorte de 44 pacientes estadounidenses que murieron a causa de o con COVID-19 confirmada por PCR hasta 230 días después del inicio de los síntomas.
  • Para detectar y cuantificar las dianas génicas del SARS-CoV-2 en todas las muestras de tejido, se realizó una PCR digital en gotas, seguida de una validación mediante hibridación in situ.
  • 11 de 44 cerebros se sometieron a un muestreo tisular más extenso.
  • Financiación: Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).

Resultados fundamentales

  • La mayor parte de la inflamación del SARS-CoV-2 se encontró en los tejidos respiratorios.
  • El ARN del SARS-CoV-2 se detectó con mayor frecuencia en:
    • Tejidos respiratorios (97,7 % de los 44 casos).
    • Tejido cerebral (90,9 % de 11 casos).
    • Tejido linfoide (86,4 % de 44 casos).
    • Tejido cardiovascular (79,5 % de 44 casos).
    • Tejido gastrointestinal (72,7 % de 44 casos).
  • Si bien el ARN del SARS-CoV-2 se encontró ampliamente en todo el cerebro, se encontró poca evidencia de inflamación o cambios histopatológicos.

Limitaciones

  • Diseño observacional.