Cefalea en racimos: en las guías clínicas se describe el tratamiento basado en la evidencia
- Susan London
- Resúmenes de artículos
Conclusión práctica
Según las nuevas guías clínicas de la Academia Europea de Neurología (EAN, por sus siglas en inglés), los médicos tienen ahora múltiples opciones farmacológicas y no farmacológicas efectivas para prevenir y tratar las cefaleas en racimo. Las recomendaciones se han publicado en la revista European Journal of Neurology.
Antecedentes y/o implicaciones
Las guías para el manejo de la cefalea en racimos se publicaron por última vez hace 17 años. Desde entonces, ha surgido nuevos tratamientos y más evidencias.
Proceso
Un grupo de trabajo buscó en la literatura hasta julio de 2022 estudios en los que se evaluara la eficacia de las intervenciones para la cefalea en racimos. Los hallazgos del estudio se evaluaron de acuerdo con las recomendaciones de la Academia Europea de Neurología, y los niveles de evidencia se asignaron utilizando los criterios de evaluación, desarrollo y evaluación de clasificación de recomendaciones.
Resumen
Para el tratamiento agudo de las crisis de cefalea en racimos, en las guías se recomienda encarecidamente la inhalación de oxígeno al 100 % (con una velocidad de flujo de al menos 12 l/minuto durante 15 minutos, usando una mascarilla sin reinhalación) o la inyección subcutánea de 6 mg de sumatriptán.
La estimulación no invasiva del nervio vago es una opción adicional eficaz para los pacientes con cefalea en racimos episódica (pero no para aquellos con cefalea en racimos crónica).
Para la prevención de las crisis de cefalea en racimos, en las guías se recomienda verapamilo en una dosis de al menos 240 mg/día. La dosis máxima debe adaptarse a la eficacia y la tolerabilidad del fármaco. Los pacientes que reciben dosis más altas deben tener un control electrocardiográfico.
También se recomienda la terapia con corticoides, con el uso de al menos 100 mg de prednisona (o un corticoide equivalente) por vía oral o hasta 500 mg por vía intravenosa por día durante cinco días.
En las guías se enumeran como opciones farmacológicas preventivas alternativas el litio y el topiramato, y solo para la cefalea en racimos episódica, el galcanezumab.
Se recomienda un mayor bloqueo del nervio occipital y puede usarse como terapia puente hasta que el verapamilo sea efectivo. En cambio, debido a sus efectos adversos, la mayor estimulación del nervio occipital debe reservarse para los casos en los que ha fracasado toda la medicación.
El grupo de trabajo señala que “estas recomendaciones deben actualizarse dentro de cuatro años, en particular con respecto a la eficacia de los tratamientos biológicos en el tratamiento preventivo de la cefalea en racimos y con respecto a la eficacia, la tolerabilidad y los resultados a largo plazo de la estimulación del ganglio esfenopalatino y la estimulación no invasiva del nervio vago”.
Limitaciones
La certeza de la evidencia a veces fue limitada. Hay escasos datos sobre el tratamiento de la cefalea en racimos específicamente en pacientes pediátricos y en pacientes embarazadas o lactantes o con comorbilidades.
Financiación
La guía recibió financiación de acceso abierto a través de Projekt DEAL. Algunos autores declararon relaciones financieras con empresas que fabrican medicamentos o dispositivos utilizados para tratar la cefalea en racimos.
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