Caso clínico: una mujer joven, un pañuelo y un traumatismo generalmente mortal

  • Thomas Kron

El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados. El acceso al contenido completo es sólo para profesionales sanitarios registrados.

En los pacientes con marcas de estrangulamiento postraumático, enfisema, estridor y disnea, debe considerarse la presencia de una lesión potencialmente mortal en la laringe o la tráquea, aunque los síntomas parezcan inicialmente bastante inofensivos. Esto es lo que recomiendan el Dr. Ulrich Kissen, profesor del Hospital Universitario de Halle (Alemania), y sus colegas.

Presentación del caso

La bufanda de una mujer de 21 años se había quedado atrapada en el tornillo de una plataforma de elevación de un vehículo motorizado en un taller. Los presentes pudieron liberar a la mujer después de unos segundos; sin embargo, no pudieron evitar el traumatismo por estrangulamiento. Se llamó al médico de urgencias. La paciente pudo caminar hasta la ambulancia, a la que llamaron, pero desarrolló estridor interno y externo, por lo que fue intubada de urgencia y trasladada al Hospital Universitario de Halle.

Pruebas complementarias y diagnóstico

Exploración física: paciente estable desde el punto de vista circulatorio con saturación de oxígeno normal, marcas de estrangulamiento claras en el cuello, enfisema pronunciado de las partes blandas del cuello palpable.

Pruebas complementarias:

  • Tomografía computarizada: sospecha de desprendimiento completo de la tráquea de la laringe y enfisema cervical y mediastínico; además, el tubo de ventilación terminaba ventralmente en los tejidos blandos del cuello y no en la tráquea; partes de la pared traqueal sobresalían en la luz del muñón traqueal distal. 
  • Endoscopia: sin evidencia de lesión en el esófago o en los vasos cervicales, ni en la tomografía computarizada ni en la endoscopia 

Diagnóstico: separación laringotraqueal completa.

Tratamiento y evolución

Según Kissen y sus colegas, tras la traqueotomía de emergencia, se realizó una reanastomosis cricotraqueal y una retraqueotomía en un procedimiento quirúrgico de dos fases. 

Cuatro semanas después de la última intervención quirúrgica, la paciente fue puesta a dieta y utilizó una sonda para hablar; sin embargo, debido a la paresia bilateral recurrente, solo podía hacer una fonación muy limitada. Después de otras dos semanas fue posible reaundar la nutrición oral completa. La paciente fue dada de alta del hospital con el estoma cerrado. 

Discusión

Las lesiones laringotraqueales son, como explican los autores, poco frecuentes debido a las condiciones anatómicas. Además, menos del 1 % de todos los traumas laríngeos están asociados a la separación laringotraqueal. Sin embargo, la tasa de mortalidad de una lesión de este tipo es alta, y en la mayoría de los casos la persona afectada muere antes de llegar a unhospital. La rareza de estas lesiones y los síntomas, a menudo inespecíficos e inicialmente poco espectaculares, pueden llevar a un retraso en el diagnóstico. Sin embargo, una acción rápida y decisiva es crucial para el pronóstico. 

Según los autores, la tríada de traumatismo, disnea/estrés y enfisema debería sugerir definitivamente una lesión laringotraqueal con un curso potencialmente peligroso. Otros síntomas son la hemoptisis, las lesiones cutáneas y la ronquera, que puede ser el único síntoma inicial. Los métodos diagnósticos más importantes son la laringoscopia transnasal flexible, la broncoscopia y la tomografía computarizada. Es importante excluir una lesión en los vasos cervicales, la columna cervical y el esófago. 

En el caso de la separación laringotraqueal, como explican los autores, hay una probabilidad muy alta de que se produzcan daños recurrentes bilaterales; no es raro que sean permanentes. Tras un periodo de espera de al menos 9 a 12 meses, se puede evaluar si se puede esperar la recuperación o no. Hasta entonces, es necesaria una atención foniátrica y logopédica intensiva.

Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.