Caso clínico oncología: mujer con síncopes frecuentes, convulsiones y supuesto trastorno de ansiedad
- Dr. Thomas Kron
La determinación de los niveles de glucosa en sangre es, con razón, uno de los exámenes de rutina. Es necesario conocer los síntomas clínicos de los niveles anormales de glucosa y tampoco está de más echar un vistazo más allá de la propia especialidad, como demuestra el caso de esta paciente.
La paciente y sus antecedentes
La paciente acudió a consulta hace seis años tras sufrir un síncope mientras realizaba tareas domésticas. Al día siguiente sufrió una convulsión con mordedura de lengua y micción involuntaria. Un neurólogo remitió a la paciente a un psiquiatra tras un examen neurológico, la paciente recibió ansiolíticos y fue dada de alta. A partir de entonces la paciente presentó frecuentes episodios de síncope, temblores, visión borrosa y palpitaciones. Tras varias consultas con distintos especialidades de hospitales diferentes no condujeron a nada más, ni diagnóstica ni terapéuticamente. Durante todo este tiempo la mujer fue tratada con fármacos psicotrópicos para la ansiedad y los ataques de pánico.
Hace un año su hija comprobó el nivel de glucemia en sangre durante un síncope: el valor era de solo 40 mg/dl. Su hija le administró entonces azúcar por vía oral, mejorando los síntomas. Desde entonces, los episodios de síncope aumentaron y sus familiares se lo explican con una enfermedad mental.
En mayo del año pasado, durante una fase de pérdida de conocimiento, se midió el nivel de glucemia en sangre objetivandose una glucemia de 43 mg/dl por lo que fue ingresada en el hospital y tratada con dextrosa y glucosa al 25 %. Al día siguiente, la paciente siguió presentando hipoglucemias repetidas a pesar de la administración frecuente de glucosa.
Ante la sospecha de un tumor neuroendocrino los médicos que le atendieron solicitaron nuevas pruebas complementarias.
Resultado de las pruebas complementarias
- Nivel de glucosa en ayunas después de la fase de ayuno monitorizado 37 mg/dl.
- Nivel de insulina sérica superior a 140,91 (valor normal en ayunas <25IU/l).
- Nivel de péptido C en suero 4,50ng/ml (norma 0,81-3,85).
- La endoscopia y la tomografía computadorizada de abdomen revelaron la sospecha de un tumor neuroendocrino pancreático.
El diagnóstico preliminar fue insulinoma.
Tratamiento
La paciente recibió inyecciones de octreotide (50 μg dos veces al día) mejorando los síntomas y disminuyendo la frecuencia de los ataques de hipoglucemia significativamente. Dos meses después del diagnóstico la mujer fue operada con éxito (pancreaticoduodenectomía preservadora del píloro). El tumor neuroendocrino de bajo grado tenía un tamaño de <2 cm sin signos de metástasis. Después de diez días la paciente pudo ser dada de alta. Desde entonces la paciente no ha presentado más ataques de hipoglucemia.
Discusión
Según la Sociedad Alemana del Cáncer (DKG), los tumores neuroendocrinos son enfermedades raras, con 2 a 4 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, el número de nuevos casos registrados ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Esto también podría deberse a la mejora de los procedimientos de diagnóstico.
Según la DKG, los tumores neuroendocrinos del tubo digestivo y del páncreas son el principal objetivo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica estos tumores (neoplasias neuroendocrinas gastroenteropancreáticas, TNE-GEP) en tres grupos (grado 1 - grado 3) en función de la velocidad de crecimiento.
Los tumores de primer y segundo grado tienen una tasa de crecimiento de baja a moderada, menos del 20 % de las células están en proceso de división celular. Se denominan tumores neuroendocrinos y representan aproximadamente el 90 % de los TNE-GEP. En comparación, un tumor maligno en la mama tiene una tasa de proliferación de alrededor del 80-90 %. Los tumores de tercer grado tienen una alta tasa de crecimiento y se denominan carcinomas neuroendocrinos.
También se distingue entre TNE-GEP funcionales y no funcionales. Los TNE-GEP funcionales secretan grandes cantidades de hormonas. Causan una gran variedad de síntomas y se clasifican en diferentes subtipos según el tipo de hormonas segregadas. Los tumores no funcionales no producen hormonas y, por tanto, solo provocan síntomas cuando alcanzan un determinado tamaño.
La detección precoz es, como subrayan los autores, la clave del éxito del tratamiento de los pacientes con insulinomas. La hipoglucemia recurrente (nivel de glucosa inferior a 50 mg/dl) con los signos característicos de la hipoglucemia (como temblores, sudoración, palpitaciones, taquicardia y mareos) son típicos de un insulinoma.
El tratamiento de elección es la extirpación quirúrgica completa del insulinoma.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.
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