Caso clínico: una mujer mayor con hemiparesia aguda sin parálisis facial
- Dr. med.Thomas Kron
- Noticias
En pacientes mayores con hemiparesia aguda, no solo debe considerarse la posibilidad de un ictus, sino también la de una hemorragia intraespinal espontánea. Un diagnóstico erróneo podría tener consecuencias fatales, tal y como subrayan el Dr. Patrick Heinz y sus colegas del Hospital de las Fuerzas Armadas alemanas de Ulm, en un artículo en el que describen el caso clínico de una mujer de 84 años con una hemorragia intraespinal.
La paciente y sus antecedentes
Según los neurólogos, la mujer de 84 años acudió al servicio de urgencias del Hospital Bundeswehr porque había experimentado repentinamente debilidad en el brazo y la pierna izquierdos, así como parestesia en la zona de la extremidad superior izquierda. Además, al ser preguntada, la paciente declaró que anteriormente había sentido dolor en el cuello y en el hombro izquierdo. No refería traumatismo previo.
Pruebas complementarias
- Exploración física: mujer de 84 años con tensión arterial elevada (180/95 mmHg), pero por lo demás con constantes vitales normales. Hemiparesia sensoriomotora del lado izquierdo en el brazo. Sin paresia facial, pares craneales normales
- Tomografía computarizada (TC) de urgencia debido a la sospecha de isquemia cerebral aguda: sin signos isquémicos tempranos definidos ni anomalías vasculares.
- Pruebas de laboratorio: sin alteraciones significativas.
Tratamiento y evolución
- Ingreso hospitalario.
- Ante la remisión espontánea de los síntomas no se realizó lisis sistémica intravenosa.
- Resonancia magnética cerebral: ausencia de indicios de isquemia cerebral reciente.
- Resonancia magnética cervical: hemorragia subdural intraespinal dorsolateral izquierda a la altura de las vértebras cervicales 4-6 con compresión de la médula.
- Tratamiento conservador y posterior rehabilitación neurológica.
Discusión
Según Heinz y sus colegas, la hemorragia intraespinal espontánea es un "imitador de ictus" poco frecuente. Los factores de riesgo conocidos para la hemorragia intraespinal son las intervenciones espinales previas, la medicación anticoagulante o, con menor frecuencia, los traumatismos, las maniobras de Valsalva, la hipertensión arterial, las malformaciones vasculares y también los tumores.
La presencia de hemiparesias son raras en las hemorragias intraespinales, a diferencia de la tetraparesia o la paraparesia. En este caso es difícil diferenciar entre isquemia cerebral aguda o hemorragia en términos de diagnóstico diferencial. En casi todos los casos descritos de hemorragia intraespinal espontánea, el dolor de cuello/hombro o de espalda podría haber aparecido en la anamnesis antes o al mismo tiempo que los déficits neurológicos. La ausencia de parálisis del nervio facial y un posible trastorno sensorial disociado también podrían ser indicativos, concluyen los autores.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.
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