Cáncer: la producción indetectable de anticuerpos tras la vacuna contra la COVID-19 predice la infección de brecha
- Univadis
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De acuerdo con un nuevo estudio publicado en JAMA Oncology, los pacientes con cáncer que tienen una producción indetectable de anticuerpos tras la vacuna contra la COVID-19 se enfrentan al triple de riesgo de infección de brecha por el SARS-CoV-2 y a un riesgo más de 6 veces mayor de hospitalización debido a dicha infección que los que presentan una producción positiva de anticuerpos.
Los investigadores concluyen que los resultados respaldan el uso de pruebas de determinación de anticuerpos contra la proteína espicular del SARS-CoV-2 para identificar a los pacientes con el nivel más bajo de protección y de inmunidad por parte de los anticuerpos frente al virus.
“Las pruebas de determinación de anticuerpos podrían permitir a estas personas tomar medidas preventivas adicionales para reducir su riesgo de infección”, escriben el autor principal, el Dr. Lennard Y. W. Lee, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y sus colegas.
Las personas inmunodeprimidas, incluidos los pacientes con cáncer, tienen muchas más probabilidades de sufrir una infección de brecha tras la vacuna contra la COVID-19. Sin embargo, aún no queda del todo claro cómo identificar a las personas que tienen el menor grado de protección y que, por lo tanto, corren el mayor riesgo de infección de brecha.
En el estudio actual, los investigadores evaluaron 4.249 resultados de pruebas de determinación de anticuerpos contra la proteína espicular del SARS-CoV-2 de 3.555 pacientes con cáncer y 294.230 resultados de pruebas de 225.272 participantes de control sin cáncer de la población general. Las pruebas de determinación de anticuerpos se realizaron tras la segunda o la tercera dosis de la vacuna.
Tanto en el grupo con cáncer como en el de control, las personas que habían recibido una tercera dosis presentaron cantidades de anticuerpos significativamente más elevadas que las que habían recibido solo 2 dosis (11.146,5 U/ml frente a 8.765,0 U/ml en el caso de la cohorte con cáncer y 23.667,0 U/ml frente a 12.126,0 U/ml en el de la cohorte de control).
Los pacientes con cáncer tenían significativamente más probabilidades de presentar una producción indetectable de anticuerpos contra la espícula que los pacientes de control sin cáncer (4,68 % frente al 0,13 %; p <0,001).
Los pacientes con leucemia o linfoma presentaban las cantidades de anticuerpos más bajas. El 19,3 % de los pacientes no presentaba una producción detectable de anticuerpos vacunales en comparación con el 4,2 % de los pacientes con tumores en vísceras macizas y el 0,1 % de los participantes de control. Los pacientes que recibían tratamiento antineoplásico sistémico y los que padecían cáncer en estadio IV también tenían más probabilidades de presentar menores cantidades de anticuerpos.
Después de los ajustes multivariantes, los pacientes con cáncer que tenían una producción indetectable de anticuerpos presentaban el triple de riesgo de infección de brecha por el SARS-CoV-2 (odds ratio [OR]: 3,05; p <0,001) y un riesgo 6,5 veces mayor de hospitalización debido al SARS-CoV-2 (OR: 6,48; p <0,001) que los que tenían una producción positiva de anticuerpos.
En general, en la cohorte con cáncer, 259 pacientes sufrieron infección de brecha y se ingresó a 55 pacientes debido al SARS-CoV-2 tras la prueba de determinación de anticuerpos. Los pacientes ingresados presentaban una mediana de las cantidades de anticuerpos significativamente más baja que aquellos a los que no se les había ingresado (147,0 U/ml frente a 10.961,0 U/ml).
Los resultados indican que las pruebas de determinación de anticuerpos contra la proteína espicular del SARS-CoV-2 “pueden identificar a los pacientes con cáncer con el nivel más bajo de protección y de inmunidad por parte de los anticuerpos frente al SARS-CoV-2 y a la COVID-19”, concluyen los autores. Además, señalan que, hasta donde ellos saben, este es el primer estudio que demuestra dicha asociación.
Los resultados también pueden ayudar a las personas a tomar decisiones con más fundamento sobre riesgos y precauciones personales para reducir su riesgo de infección y de transmisión.
Sin embargo, los autores apuntan que las pruebas de determinación de anticuerpos son solo “una parte de una estrategia más amplia que incluye esfuerzos colectivos, tales como la ventilación, la filtración y el uso recíproco de mascarillas, lo que hará que la vida sea más segura para los pacientes vulnerables e inmunodeprimidos”.
Los autores de un editorial adjunto proponen más estrategias para apoyar las necesidades de los más vulnerables, como esfuerzos para ampliar el asesoramiento sobre las vacunas y el acceso a ellas, mejorar el acceso a las pruebas de determinación de anticuerpos y educar sobre una serie de temas, desde cómo se propaga el virus hasta cómo reducir su transmisión en el hogar.
En general, los editorialistas concluyen que el estudio proporciona datos “convincentes” de que los pacientes con cáncer son más vulnerables a la COVID-19 e indican que “las vacunas y las pruebas de determinación de anticuerpos son componentes claves de una estrategia integral para proteger a los pacientes oncológicos más vulnerables durante la pandemia en curso de COVID-19”.
El artículo, escrito por Megan Brooks, se adaptó de su versión original, que apareció en Medscape.com, propiedad de Medscape Professional Network.
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