Cáncer de mama: el uso vaginal de estrógenos con inhibidores de la aromatasa aumenta el riesgo de recidiva
- Univadis
- Clinical Summary
Las mujeres con cáncer de mama que reciben hormonoterapia complementaria para reducir el riesgo de recidiva notifican con frecuencia que los efectos secundarios que se derivan de reducir el estrógeno, como los sofocos y la sequedad vaginal, afectan de forma negativa a su calidad de vida. Estos efectos secundarios pueden, además, provocar la suspensión del tratamiento.
Sin embargo, las medidas médicas para abordar estos efectos secundarios conllevan riesgos, según se muestra en los resultados de un nuevo estudio de Dinamarca.
En las mujeres con cáncer de mama incipiente con receptores estrogénicos que tomaban inhibidores de la aromatasa, el uso de tratamiento estrogénico vaginal aumentó en un 39 % el riesgo de recidiva del cáncer de mama.
No se produjo ningún aumento en el riesgo de recidiva en las mujeres que usaban tratamiento estrogénico vaginal y tomaban tamoxifeno ni en las mujeres que usaban tratamiento estrogénico vaginal y no tomaban ninguna hormonoterapia complementaria.
Los investigadores identificaron a 8.461 mujeres de un registro nacional en Dinamarca a las que, entre 1997 y 2004, se les diagnosticó cáncer de mama incipiente e invasivo con receptores estrogénicos y que recibieron tratamiento inicial, incluida intervención quirúrgica con radioterapia (en la mayoría de las mujeres).
Tras el tratamiento inicial, 2.410 mujeres pasaron a recibir hormonoterapia complementaria; de estas, 2.007 recibieron tamoxifeno y 403, un inhibidor de la aromatasa.
En toda la población del estudio, 1.957 mujeres recibieron tratamiento estrogénico vaginal y 133 mujeres, hormonoterapia menopáusica, que se evaluó mediante el uso de al menos 2 recetas. Las hormonoterapias se utilizaron tanto en las mujeres que ya recibían hormonoterapia como en las que no.
En general, el cáncer de mama reapareció en el 16 % de las mujeres durante una mediana de seguimiento de 9,8 años.
Se halló un riesgo un 39 % más elevado de recidiva en las mujeres que usaban tratamiento estrogénico vaginal mientras tomaban un inhibidor de la aromatasa que en las que recibían solo dicho inhibidor.
En el análisis no se incluyó a las mujeres que habían tomado hormonoterapia restitutiva antes de su diagnóstico de cáncer de mama.
Los autores de un editorial adjunto advierten: “Las pacientes que estén tomando inhibidores de la aromatasa deben probar estrategias alternativas para tratar los síntomas genitourinarios, ya que es probable que el tratamiento estrogénico vaginal aumente su riesgo de recidiva del cáncer de mama”.
Según los editorialistas, en las supervivientes al cáncer de mama que reciben tratamiento con inhibidores de la aromatasa tampoco se recomienda el uso del tratamiento estrogénico oral, conocido como hormonoterapia menopáusica.
En el estudio no se halló ningún aumento en el riesgo de recidiva tras la adición de la hormonoterapia menopáusica a los inhibidores de la aromatasa, pero dicho resultado procede de un subgrupo muy pequeño de tan solo 37 mujeres.
Los autores comentaron: “La ausencia de un impacto perjudicial patente de la hormonoterapia menopáusica sobre la recidiva del cáncer de mama o de su mortalidad en este estudio ‘no es especialmente tranquilizadora’, especialmente dadas las mayores concentraciones sistémicas de estrógenos que se observan con dicho tratamiento”.
“Nuestro estudio es, que sepamos, el primero en informar de un posible aumento del riesgo de recidiva en las pacientes que reciben inhibidores de la aromatasa y tratamiento estrogénico vaginal”, afirman los investigadores, bajo la dirección del Dr. Søren Cold, investigador oncológico del Hospital Universitario de Odense (Dinamarca).
Asimismo, indican que las mujeres que toman tratamiento estrogénico vaginal e inhibidores de la aromatasa deben cambiar a tamoxifeno después de 2-3 años.
En un intento de especular sobre las supuestas diferencias de seguridad entre las 2 hormonoterapias, el Dr. Cold y sus colaboradores explicaron que los inhibidores de la aromatasa reducen o casi eliminan el estrógeno. Por este motivo, incluso un ligero aumento de los estrógenos en circulación puede aumentar el riesgo de recidiva.
Por otro lado, afirmaron que el tamoxifeno compite por la unión a los receptores de estrógenos, por lo que “un ligero aumento de las bajísimas concentraciones séricas de estrógenos con la hormonoterapia no debería contrarrestar el bloqueo de los receptores”.
Este texto se adaptó a partir de un artículo en Medscape.com.
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