Cómo preservar la fertilidad en los pacientes con cáncer
- Olga Fernández Castro
- Noticias
La noticia de un diagnóstico de cáncer implica informar sobre los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos, entre los que se incluye la posible esterilidad. En este punto es muy importante que el oncólogo conozca el riesgo de cada fármaco para poder realizar un buen asesoramiento al paciente.
“El papel del oncólogo es clave en el proceso de preservación, ya que debe informar de los efectos que puedan tener sobre la fertilidad los tratamientos oncológicos que se vayan a aplicar en cada caso”, declara a Univadis España la Dra. Isabel Echavarria Díaz-Guardamino, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Según señala, es importante hacerlo cuanto antes, en la primera consulta, con el fin de agilizar los procedimientos pertinentes en el caso de realizar una preservación de la fertilidad, ya que ésta debe hacerse antes de comenzar con los tratamientos oncológicos.
Coordinación entre oncología y fertilidad
Los tratamientos de preservación de la fertilidad requieren unos tiempos concretos y la coordinación entre los servicios de oncología y de fertilidad: “En los varones no hay problema porque la preservación puede realizarse de forma casi inmediata, sin unos plazos establecidos. Sin embargo, en las mujeres, en general suelen ser necesarias unas dos semanas para completar el proceso”, explica la oncóloga. Quien también subraya que, aunque lo ideal es empezar los tratamientos oncológicos cuanto antes, “en la mayoría de los casos ese margen de tiempo es seguro y puede completarse el proceso de preservación, e incluso puede intentar realizarse mientras se realizan el estudio y las pruebas pendientes, ya que existen circuitos bien establecidos y rápidos desde las consultas de oncología y las unidades de fertilidad para agilizar el proceso al máximo”. Y aclara que solo en casos aislados de extrema urgencia no es posible realizar dicha preservación.
¿Qué tratamientos afectan a la fertilidad?
“Las quimioterapias son los tratamientos oncológicos que más dañan la fertilidad, aunque no todos los fármacos lo hacen del mismo modo. En general, las combinaciones de poliquimioterapia y los esquemas de mayor duración se asocian a un mayor riesgo”, señala Díaz-Guardamino. La oncóloga también apunta a determinadas cirugías, “como las de los tumores ginecológicos, que pueden afectar a la fertilidad, al igual que la radioterapia pélvica”.
Otros tratamientos, como la terapia hormonal o endocrina indicada para el tratamiento adyuvante en los casos de cáncer de mama con receptores hormonales positivos, puede provocar malformaciones en el feto por lo que se desaconseja a las pacientes que se queden embarazadas mientras la toman. “Aunque no tiene un efecto tan importante sobre la reserva ovárica, sí retrasa aún más la búsqueda del embarazo, ya que son tratamientos que se administran durante 5-10 años. Por suerte cada vez hay más datos sobre la seguridad de interrumpirla de forma temporal para la búsqueda de un embarazo”, dice la oncóloga. De hecho, el estudio POSITIVE, publicado recientemente en New England Journal of Medicine y en el que han participado 72 pacientes españolas, abre la puerta para conseguir un embarazo seguro en las pacientes con cáncer de mama una vez hayan completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina adyuvante. Sus resultados revelan que pausar la terapia endocrina para quedarse embarazada no incrementaría su riesgo de recaída a corto plazo.
Técnicas para preservar la fertilidad
Existen una serie de técnicas para preservar la fertilidad en los pacientes con cáncer que permiten conseguir el embarazo una vez finalizados los tratamientos oncológicos. “Son la congelación de ovocitos y/o tejido ovárico, en el caso de la mujer, y de esperma en el hombre. En la mujer también existe la posibilidad de utilizar análogos de la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), unos fármacos que crean una menopausia artificial para dejar el ovario en reposo con el objetivo de intentar minimizar el daño que produce la quimioterapia, aunque si el tratamiento oncológico es muy agresivo son poco efectivos”, explica a Univadis España el doctor Juanjo Espinós, presidente de la Sociedad Española de Fertilidad.
Para obtener los ovocitos que posteriormente se congelan, la mujer debe someterse a una estimulación ovárica con hormonas durante un periodo de tiempo de 8 a 12 días y luego es necesario extraerlos en quirófano. “Se realiza una punción ovárica, es decir, con una aguja se pincha en el ovario y se aspiran los ovocitos”, añade Espinós. En el hombre basta con la recogida de una muestra de esperma. Según señala el especialista, “con la criopreservación de ovocitos se obtienen mejores resultados que con la preservación de tejido ovárico porque es un tejido que pierde muchas de sus propiedades cuando se congela y se descongela”.
En cuanto a los criterios excluyentes en el acceso a los tratamientos de preservación de la fertilidad, este especialista enumera los siguientes: “Tener un hijo previo con la misma pareja, haber cumplido 40 años o más, y contar con una muy baja reserva ovárica. Además del tipo de cáncer: si es de ovario bilateral, el obtener óvulos o incluso el guardar tejido ovárico puede suponer un riesgo”.
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