Cómo orientar y apoyar a los pacientes que ayunan durante el Ramadán

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Los médicos deben ofrecer apoyo y asesoramiento a los pacientes con enfermedades crónicas que deseen ayunar durante el Ramadán, que este año comenzó el 23 de marzo. Aunque algunos médicos ya se sientan preparados para esta tarea, a muchos les vendría bien recibir orientación para ayudar a los pacientes. Varios grupos internacionales de especialistas han publicado guías para ayudar a los pacientes que ayudan y presentan diabetes, enfermedades cardiovasculares u otras enfermedades crónicas.

Las guías para ayudar a los pacientes diabéticos en Ramadán han recibido mucha más atención que otras enfermedades crónicas. En 2005, la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA, por sus siglas en inglés) publicó un informe de un grupo de trabajo sobre el control de la diabetes durante el Ramadán, que ha ido actualizándose periódicamente. Más recientemente, han surgido varios grupos de guías sobre la diabetes. 

Un equipo internacional de médicos publicó en 2020 unas guías que aplicaban al Ramadán los principios de control de la diabetes de la ADA y la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés). La Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Alianza Internacional para la Diabetes y el Ramadán (DAR, por sus siglas en inglés) también se basaron en los informes de la ADA para publicar una serie de guías, cuya última actualización data de 2021. En un comentario publicado ese mismo año se destacaban algunas de las limitaciones de las guías de la FID y la DAR y se subrayaba la necesidad de adoptar un enfoque flexible y centrado en el individuo, en lugar de aplicar las guías de forma universal.

El contexto importa

"La mayoría de las guías profesionales son relativamente similares, sin embargo, hay dos diferencias principales entre nuestras recomendaciones y las de la IDF-DAR", señala Mahmoud Ibrahim, endocrinólogo consultor y director del Centro EDC para la Educación en Diabetes en Estados Unidos, que contribuyó a las guías de 2015 y 2020. "Desaconsejamos encarecidamente que las mujeres diabéticas ayunen durante el embarazo porque creemos que es potencialmente muy peligroso para la madre y el bebé. Lo mismo para los niños con diabetes tipo 1 que requieren insulina, ya que tienen un alto riesgo de desarrollar hipo o hiperglucemia."

A pesar de estas diferencias, las guías coinciden en sus principios básicos, cómo mantener conversaciones con los pacientes antes del Ramadán, estratificarlos en grupos de riesgo y revisar su situación durante el mes. "El asesoramiento previo al Ramadán, al menos 4-6 semanas antes, es una de las formas más importantes en que los profesionales sanitarios pueden apoyar a los pacientes que ayunan", afirma Ibrahim. "También deben controlar a los pacientes que ayunan y animarles a llevar un diario para ayudarles a determinar si necesitan dejar de ayunar o cuándo".

También es importante recordar que las personas de distintos países y culturas vivirán el Ramadán de forma muy diferente, con diferencias en la duración del día, la temperatura, la comida, las costumbres sociales y mucho más, afirma Nazim Ghouri, médico consultor en diabetes, endocrinología y medicina general del Hospital Universitario Queen Elizabeth de Glasgow (Reino Unido) y profesor clínico asociado honorario de la Universidad de Glasgow. "Parte de la orientación sobre el Ramadán consiste en encontrar un equilibrio entre ofrecer suficiente orientación sobre aspectos clave y opciones seguras, y generalizar tanto que se pasen por alto aspectos importantes para las personas que viven en una zona concreta o ayunan en un momento determinado del año."

"Las guías IDF-DAR, que son probablemente las más conocidas, son un valiente intento de hacerlo, pero no están exentas de limitaciones. Las considero un punto de partida importante para el debate entre los pacientes y su profesional sanitario, pero no necesariamente un punto final. Las orientaciones deben adaptarse a cada paciente", explica.

Un enfoque más amplio

Ghouri es miembro de la Asociación Médica Islámica Británica (BIMA, por sus siglas en inglés), que ha publicado un compendio de orientaciones sobre el Ramadán. El compendio de la BIMA es un esfuerzo por aplicar a otras enfermedades crónicas el enfoque utilizado para la diabetes. "La idea es utilizar los conceptos de estratificación del riesgo y gestión centrada en el paciente para dar consejos prácticos, seguros y adaptados a los pacientes", dice Ghouri, y añade que las orientaciones "son informativas, no autoritarias: están ahí para ayudar a la gente a pensar".

El compendio incluye capítulos sobre enfermedades cardiovasculares, epilepsia, enfermedades suprarrenales, enfermedades gastrointestinales y tumores, entre otras. Aunque la falta de estudios suficientes hace que las guías a menudo no estén basadas en pruebas, muchos de los capítulos se han publicado en revistas de alta calidad revisadas por expertos. "Están escritas por médicos y académicos que están en lo más alto de su campo y que entienden el Ramadán y lo que implica para la persona que ayuna", dice Ghouri.

Aunque sería muy útil disponer de más guías basadas en pruebas, la diversidad en la forma de vivir el Ramadán dificultaría la aplicación generalizada de los resultados de los estudios. Como en cualquier otra práctica médica, la clave está en contextualizar las orientaciones e identificar la información relevante para el paciente a fin de ofrecer el mejor consejo. 

Por ejemplo, los profesionales sanitarios deben tener en cuenta la experiencia previa del paciente con el ayuno durante el Ramadán, que puede haber realizado sin el apoyo de su médico. Hablar de estas experiencias puede ayudar a comprender mejor las dificultades a las que puede enfrentarse el paciente y sus aspiraciones para el Ramadán, lo que puede servir para ayudarle a encontrar una forma segura de ayunar.

Una visión más amplia

Conectar con éxito con los pacientes también implica llegar a la comunidad y coordinarse con los líderes religiosos. "Los profesionales sanitarios deben trabajar con los líderes religiosos musulmanes, para que digan a la gente que confíe en la opinión de los profesionales sanitarios", dice Ibrahim. 

Ghouri propone incluir a los líderes religiosos en el proceso de elaboración de las guías. Por ejemplo, un documento sobre las guías del Ramadán para pacientes cardiovasculares reflejó el apoyo de Shaykh Yunus Dhudwala, imán y jefe de capellanía del Barts Health NHS Trust de Londres, incluyéndolo en los agradecimientos. "Lo importante es que nos vean trabajando juntos, no unos contra otros", dice Ghouri, y añade que dos de los clínicos que prepararon el compendio BIMA son también eruditos religiosos.

Ghouri, que también estudia el islam (jurisprudencia y teología), señala que es importante que los profesionales sanitarios comprendan que, aunque el ayuno es un aspecto importante del Ramadán, su función es ayudar al devoto a conseguir taqwa, que Ghouri traduce como piedad o conciencia de Dios. "Enmarcándolo así, se quita mucha culpa a las personas que no pueden ayunar. Hay muchas otras buenas acciones que se anima a hacer. El Ramadán debe entenderse como un todo: se trata de adorar a Dios de muchas maneras distintas y de unirse como comunidad".

En última instancia, la mejor orientación no es solo conocer las guías médicas, sino también conocer al paciente, comprender la importancia del Ramadán y cultivar el apoyo de la comunidad. "Lo más importante es pensar en los pacientes, pensar en lo que quieren hacer y, si hay divergencias, intentar apoyarlos todo lo que se pueda, pero darles consejos sobre qué hacer si se encuentran mal", dice Ghouri. "Apliquemos los principios de seguridad, pero reconozcamos también los sentimientos de los pacientes".

Este contenido fue  publicado originalmente en Univadis.com