Cómo afectan los antibióticos a la inmunoterapia contra el cáncer
- Dr. med.Thomas Kron
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Un equipo internacional de investigadores ha hallado una respuesta a la pregunta de cómo afectan los antibióticos a la respuesta de los pacientes ocológicos a la terapia con inhibidores de puntos de control inmunitarios. Los antibióticos y el microbioma intestinal desempeñan un papel importante en ello. Según informa el equipo del Gustave Roussy Cancer Campus de Francia y el Hospital Universitario de Heidelberg en la revista científica Science, la función de una proteína de señalización (MAdCAM-1) se ve alterada cuando la flora intestinal resulta dañada por los antibióticos, lo que transporta al tejido tumoral células inmunitarias destinadas al intestino. Estas células inmunitarias garantizan el equilibrio entre la tolerancia y la contención de las bacterias intestinales por el sistema inmunitario. Si ya no llegan a la mucosa intestinal debido a la falta de proteína y permanecen en el torrente sanguíneo, son atraídas por el tejido que rodea al tumor e inhiben allí la reacción de defensa del sistema inmunitario. De esta forma, reducen el efecto de la inmunoterapia. Según un comunicado de las universidades, los resultados podrían contribuir en el futuro a mejorar las posibilidades de éxito de las inmunoterapias en pacientes con cáncer mediante el refuerzo de la flora intestinal.
Las células T en el punto de mira
Desde hace tiempo se sabe que una flora intestinal alterada puede tener un efecto desfavorable en los tratamientos contra el cáncer. En el trabajo ahora publicado, los investigadores hallaron un vínculo entre el microbioma intestinal y el sistema inmunitario: "Tras el tratamiento antibiótico, las células inmunitarias migran del intestino al tumor, que marcamos con ayuda de determinados métodos de tinción y observamos su movimiento en el organismo. La tarea de estas células T consiste normalmente en evitar reacciones de defensa excesivas en la mucosa intestinal, de modo que el contacto entre las bacterias de la flora intestinal y el sistema inmunitario no provoque de forma permanente inflamaciones no deseadas", explica el Dr. Conrad Rauber, investigador de Heidelberg. Si la flora intestinal se debilita, las células inmunitarias que suprimen las reacciones de defensa migran al tumor.
Los experimentos realizados en ratones con un microbioma intestinal alterado tras la administración de antibióticos pusieron de manifiesto dos mecanismos moleculares que favorecen la migración de las células T: por un lado, la mucosa intestinal libera menos sustancias mensajeras (quimiocinas), que informan al sistema inmunitario del contacto bacteriano, y por otro, se reduce la formación de la proteína señal "molécula de adhesión celular a la mucosa" (MAdCAM-1), que permite a las células T pasar de los vasos sanguíneos a la mucosa intestinal.
De esto, simplificado, se desprenden las siguientes conclusiones: la ingesta de antibióticos parece reducir la flora intestinal hasta tal punto que disminuye el potencial inflamatorio en la mucosa intestinal y con ello las células T antiinflamatorias disponibles. Se liberan menos sustancias atrayentes y se producen menos proteínas lanzadera. Mientras que las células T se encuentran ahora ante una puerta cerrada, por así decirlo, son receptivas a las señales de otros focos inflamatorios y filamentos en el tumor, donde reducen la eficacia de las inmunoterapias contra el cáncer.
El trasplante del microbioma fecal, ¿una opción complementaria?
"Nuestros resultados podrían proporcionar un enfoque concreto para evaluar si los pacientes tienen un microbioma intestinal favorable para el éxito de la inmunoterapia contra el cáncer antes de iniciar la terapia", afirma Rauber, uno de los primeros autores del estudio junto con la Dra. Marine Fidelle. "Aunque la aplicación clínica de estos resultados de la ciencia básica aún llevará tiempo, a largo plazo los pacientes con cáncer con un microbioma intestinal alterado podrían ser tratados, por ejemplo, con trasplantes de heces de donantes sanos para mejorar las condiciones iniciales de la inmunoterapia. En ningún caso se debería prescindir de los tratamientos antibióticos". Según el comunicado, ya se está preparando un proyecto de seguimiento: está previsto iniciar un ensayo clínico en el Hospital Universitario de Heidelberg en el que pacientes con cáncer de hígado recibirán un trasplante de heces antes de la inmunoterapia para mejorar la respuesta inmunitaria al tumor.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Alemania.
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