Beber té puede mejorar la calidad de vida de los hombres con cáncer esofágico

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En una nueva investigación se indica que, en los hombres con cáncer esofágico epidermoide, beber té mejora la calidad de vida después de la esofagectomía. El resultado podría ayudar a mejorar la calidad de vida restante del paciente.

El pronóstico del cáncer esofágico epidermoide es muy malo y su tasa de mortalidad es elevada. Aunque la intervención quirúrgica y el tratamiento posquirúrgico pueden mejorar la supervivencia de los pacientes, también tienen un impacto significativo sobre la calidad de vida.

El té es rico en flavonoides, alcaloides, fenoles, teanina y otros compuestos, especialmente polifenoles de té, que tienen propiedades antioxidantes, anticancerígenas, antinflamatorias, antibacterianas, antiangiogénicas y apoptóticas. También se ha demostrado que el consumo de té mejora la cognición, el estado de ánimo y la función somática y la función cerebral humanas.

En este nuevo estudio de 290 hombres que se habían sometido a intervención quirúrgica por cáncer esofágico epidermoide, los que bebieron té tras la intervención quirúrgica presentaron un aumento del tiempo transcurrido hasta el deterioro en múltiples dominios, incluido un aumento de al menos el 28 % en el tiempo transcurrido hasta el deterioro en la función física y en los problemas alimentarios, así como una mejora del 26 % en la función social. Los problemas para tragar saliva, los problemas del habla y la tos presentaron una mejora superior al 30 % en el tiempo transcurrido hasta el deterioro. Asimismo, se produjeron mejoras en la función emocional y la función cognitiva, el cansancio, las náuseas y los vómitos, la disnea, la pérdida de apetito, el estreñimiento, la diarrea y la xerostomía.

La mediana del tiempo transcurrido hasta el deterioro del grupo que bebió té después de la intervención quirúrgica fue de 40,94 meses en comparación con los 22,57 meses del grupo que no bebió té. La mejora fue más significativa en los pacientes que ya bebían té antes de la intervención quirúrgica y que continuaron bebiéndolo después de esta.

Los efectos fueron diferentes según los distintos tipos de té. El té sin fermentar (como el té verde) aumentó el tiempo transcurrido hasta el deterioro en al menos un 50 % en los problemas alimentarios, los problemas para tragar saliva, los problemas del habla y la tos. El té semifermentado (como el té oolong) mejoró la función física y los problemas para tragar saliva. Los otros tipos de té se asociaron con el aumento del tiempo transcurrido hasta el deterioro de los problemas del habla, la odinofagia y la tos. No se dio ninguna asociación entre el té completamente fermentado (como el té negro) y la calidad de vida.

Estos resultados indican que promover el consumo de determinados tipos de té después de la esofagectomía puede retrasar el deterioro de la calidad de vida relacionada con la salud.

Sin embargo, merece la pena recordar que varios estudios han relacionado el consumo de té caliente con un mayor riesgo de cáncer esofágico. En una revisión sistemática y un metanálisis publicados a principios de este año, los datos de 23 estudios determinaron un riesgo un 80 % mayor de cáncer esofágico en las personas que bebían té a temperaturas elevadas. Si se recomienda el consumo de té para mejorar la calidad de vida, los médicos deben aconsejar a los pacientes que no tomen bebidas muy calientes.