Aumenta el número de mujeres menores de 65 años que sufre infarto de miocardio

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Un total de 63.291 mujeres fallecieron en España en 2021 debido a alguna enfermedad cardiovascular, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto supone que cada ocho minutos muere una mujer por esta causa en nuestro país. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de marzo, la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC) ponen el foco en estos datos para recordar que las mujeres mueren más que los hombres por enfermedad cardiovascular.

De hecho, si bien es cierto que el infarto de miocardio clásico es tres veces más común en hombres que en mujeres en edad avanzada, está aumentando el número de mujeres menores de 65 años que sufren infarto de miocardio. En concreto, MINOCA (un tipo de infarto sin obstrucción de las arterias coronarias) y disección coronaria espontánea (separación espontánea de las capas de la pared arterial -por rotura o desgarro- de causa desconocida). Se estima que hasta el 30 por ciento de los infartos de miocardio en mujeres por debajo de los 60 años son causados por una disección coronaria espontánea.

Salud cardiovascular en mujeres menores de 65 años
Más allá de los factores de riesgo clásicos (presión arterial, alimentación, colesterol, tabaquismo, obesidad y sedentarismo), que son más prevalentes en edades avanzadas, las mujeres experimentan cambios hormonales a lo largo de su vida. Estos también puede afectar al riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

En concreto, la disminución de los niveles de estrógenos en la menopausia se relaciona con alteraciones en la función vascular. Además, los cambios hormonales característicos de esta etapa también se asocian a alteraciones en la composición corporal con un incremento de la grasa abdominal (la más peligrosa). Igualmente, a cambios en el perfil lipídico, de forma que se producen incrementos de entre un 10 y un 15 por ciento en los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y triglicéridos. Todo ello, mientras que bajan levemente los niveles de colesterol HDL (colesterol bueno). Además, entre el 30 y el 50 por ciento de las mujeres desarrolla hipertensión antes de los 60 años.

Además, desde la SEC señalan otros factores de riesgo a tener en cuenta en mujeres menores de 65 años.  Por ejemplo, las mujeres con insuficiencia ovárica prematura (pérdida de la función ovárica antes de los 40 años) tienen menor esperanza de vida que aquellas con una menopausia tardía. Igualmente, tener dos o más abortos, consecutivos o no, puede incrementar el riesgo de enfermedad isquémica del corazón. Por otra parte, las mujeres con antecedentes de parto prematuro parecen tener dos veces mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en la vejez. Asimismo, la diabetes gestacional, que ocurre en aproximadamente el 7 por ciento de los embarazos, se asocia con el doble de riesgo de eventos cardiovasculares futuros. Por último, las píldoras anticonceptivas orales combinadas conllevan un incremento del riesgo de trombosis venosa, infarto e ictus; que aumenta significativamente si la mujer fuma.