Atención domiciliaria: first coffee then care
- Dr. Miguel Álvarez Deza
- Editorial
La Atención Domiciliaria supone un cambio de paradigma respecto a los modelos de atención tradicionales, más centrados en estructuras físicamente determinadas, como el hospital y el centro de salud, para alcanzar un visión mucho más holística y humanizada, que se pone al servicio del ciudadano en un ambiente mucho más personal, libre e independiente.
En esta atención se integran todos los aspectos asociados a una atención proactiva, como la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, pero también la gestión programada de la enfermedad en el domicilio y no exclusivamente a demanda, en procesos de agudización o de reagudización. Es una atención global, ya que no se centra en aspectos puramente biomédicos sino que tiene en cuenta las esferas sociales, las creencias de las personas, buscando, además de mejorar la atención, incrementar la calidad de vida de los pacientes.
El concepto clásico de domicilio conocido como “la vivienda del individuo” ha cambiado y la atención domiciliaria con él. Cada vez se evidencia más la necesidad de contar con una verdadera red asistencial que englobe cualquiera de las situaciones tan dispares por las que pasa una persona durante el transcurso de su vida, analizando cómo se transforman y evolucionan sus necesidades en el ámbito de lo social y de lo sanitario.
La Atención Domiciliaria, en el siglo XXI, reaparece como una modificación en relación a cómo debemos entender los cuidados y la asistencia, comprendiendo que la verdadera atención humanizada es la que menos interfiere con la voluntad de vida de las personas. En el domicilio, esto es posible.
El domicilio es el medio habitual de las personas y es el ambiente que puede garantizar su independencia y un entorno seguro. Es el lugar donde han vivido sus experiencias vitales, es un ambiente de confianza, ideal para tomar decisiones y donde la mayoría de los individuos prefieren estar el mayor tiempo posible.
Médicos, enfermeras, trabajadores sociales, farmacéuticos, además de todo el equipo de diferentes profesionales, son algunas de las categorías que acompañan al paciente en su proceso de salud y enfermedad. No podemos obviar que el 90 % de la atención domiciliaria la realiza actualmente la enfermería, la cual se encuentra, nuevamente, en un proceso de gran transformación, a través del desarrollo de un mapa competencial que les impulse hacia los retos del contexto actual y de los cambios sociodemográficos que se avecinan. Es una oportunidad de cambio para incrementar y potenciar la atención domiciliaria multidisciplinar.
Existen experiencias eficientes, en otros países, donde se ha logrado disminuir hasta un 40 % los costes mediante modelos aplicados de atención domiciliaria, como Buurtzorg en los Países Bajos, aquí los equipos de enfermeras tienen total autonomía y actúan como un “entrenador de salud” para sus pacientes aconsejándoles cómo mantenerse saludables, atendiendo sus necesidades y utilizando su iniciativa. Se sientan con su paciente y elaboran en forma conjunta un plan de cuidado que resume una frase “first coffee, then care”. O llevando los servicios de Atención Médica Primaria al Hogar como los Home-Based Primary Care (HBPC) en Estados Unidos. Los programas de HBPC pueden proporcionar atención primaria, urgente o paliativa a pacientes de alto riesgo y médicamente vulnerables, que a menudo padecen múltiples enfermedades crónicas. Los HBPC no son soluciones estándar. Algunos brindan atención completa de nivel hospitalario con pruebas de diagnóstico y de laboratorio.
La consolidación de los cuidados paliativos a domicilio es casi general en los servicios de salud de las comunidades autónomas. Esta prestación es básica, ya que estos cuidados deben hacerse en el domicilio del paciente y también se debe fomentar la muerte digna en domicilio por muchos motivos: humanidad, calidad, eficiencia, intimidad o, respeto..
Hay que continuar trabajando en un modelo que evolucione, desde el actual hospitalocentrismo, hacia una visión de la vida centrada en el domicilio de la persona, junto con su familia y en su comunidad, permaneciendo el máximo tiempo posible en él y transformando nuestros modelos de atención sanitaria mediante estrategias que potencien la no presencialidad, la teleasistencia y la atención a domicilio proactiva y eficaz.
La pandemia ha mostrado que podemos trabajar con múltiples herramientas como las videoconferencias, las consultas no presenciales, la eHealth y la mHealth. Trasladar la atención al domicilio también requiere de cambios normativos, algunos a nivel de protocolos o guías clínicas a nivel local, como por ejemplo ampliar la cartera de servicios en el domicilio y universalizarla en todas sus circunstancias.
Poniendo el foco en las personas, y no tanto en las enfermedades, las actividades de promoción de la salud y las de prevención de enfermedades recobran cada día más importancia como un pilar fundamental para el éxito en el diseño, organización y prestación de los servicios de asistencia sanitaria.
“Ahora que los sentidos.Sienten sin miedo.Ahora que me despido.Pero me quedo…” (Ahora que, J.Sabina).
El Dr. Miguel Álvarez Deza es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.
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