ASCO 2023 - Una herramienta "pasiva" para el cribado de la fragilidad en oncogeriatría
- Caroline Guignot
- Cobertura de Congreso
El inicio de la quimioterapia en un paciente anciano con un diagnóstico reciente de cáncer puede aumentar el riesgo de hospitalización. Este acontecimiento puede traducirse en un deterioro funcional, una pérdida de autonomía o la adquisición de una comorbilidad desfavorable al tratamiento antitumoral, sobre todo en los pacientes más frágiles. Sin embargo, la evaluación geriátrica exhaustiva de los pacientes en el momento de iniciar el tratamiento puede ser compleja de realizar en la práctica clínica habitual. Por lo tanto, sería útil disponer de herramientas más accesibles y rápidas. En el Reino Unido se ha creado recientemente un índice electrónico de fragilidad, basado en la acumulación de déficits y que, a partir, sobre todo de datos electrónicos de consultas generales, permite compilar varias decenas de variables preexistentes para ayudar a identificar rápidamente a las personas más frágiles, de modo que puedan recibir los cuidados adecuados. "La ventaja sobre una evaluación geriátrica completa es que no hay que decidir qué medidas llevar a cabo, porque es la herramienta la que identificará las más relevantes entre la multitud de las incluidas", explica Heidi Prekin (Wake Forest Baptist Medical Center, Estados Unidos), que presentó la adaptación de este enfoque al contexto estadounidense en el congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (American Society of Clinical Oncology, ASCO) celebrado en Chicago del 2 al 6 de junio de 2023.
Identificar a los sujetos que requieren una evaluación en profundidad o una adaptación del tratamiento
Para calcular la puntuación del índice electrónico de fragilidad de los pacientes mayores de 65 años se utilizaron 54 parámetros biológicos (diagnósticos médicos, constantes clínicas y biológicas, datos radiológicos y antropométricos, estilo de vida, etc.) recogidos durante las visitas anuales a Medicare (servicio de salud estadounidense) y compilados con los datos de la herramienta electrónica de los equipos. Tras un estudio anterior que describía la asociación entre la gravedad del índice electrónico de fragilidad y la mortalidad, este nuevo trabajo describe la asociación entre la gravedad del índice electrónico de fragilidad y el riesgo de hospitalización a los tres o seis meses.
Durante dos años de seguimiento, 509 pacientes (mediana de edad 72,2 años, 55 % mujeres) con cáncer de pulmón (61,3 %), mama (16,9 %) o colorrectal (21,8 %) recién diagnosticado y elegibles para quimioterapia fueron clasificados como no frágiles, prefrágiles y frágiles (respectivamente 27,7 %, 42,4 % y 14,0 % de la cohorte, siendo el 14,9 % no calculable). Las tasas de hospitalización a los tres y seis meses del inicio de la quimioterapia fueron respectivamente del 12,0 % y el 24,4 % para los sujetos no frágiles, del 41,3 % y el 29,9 % para los sujetos prefrágiles y del 46,3 % y el 59,8 % para los sujetos frágiles. Esto da una hazard ratio (HR) de 2,96 [2,05- 4,27] y 1,41 [1,03-1,94] para los sujetos prefrágiles y frágiles respectivamente, en comparación con los no frágiles, una vez ajustados los datos por edad, sexo, origen, estadio y tipo de cáncer. "Las curvas de hospitalización a dos años muestran que el riesgo aumenta con la gravedad de la puntuación y la categoría del índice electrónico de fragilidad, separándose las curvas muy pronto, desde los primeros meses de quimioterapia", subraya. "Esta puntuación puede ayudar a tomar decisiones en tiempo real sobre la gestión de los pacientes geriátricos con cáncer", concluyó, "identificando a aquellos que podrían beneficiarse de una evaluación geriátrica completa o de intervenciones específicas diseñadas para reducir el riesgo de hospitalización no programada".
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Francia.
Desafortunadamente este artículo no esta disponible para usuarios no logados
Has alcanzdo el límite de artículos por usuario
Acceso gratuito Un servicio exclusivo para profesionales sanitarios