ASCO 2023 - La alianza médico-paciente por encima de las barreras lingüísticas y culturales
- Cristina Ferrario
- Cobertura de Congreso
"Cada paciente llega con su propia cultura, que inevitablemente influye en su visión de la salud y en sus preferencias a favor o en contra de las distintas opciones de tratamiento". Con estas palabras Elena Martínez, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, inició su intervención sobre barreras lingüísticas y culturales en el congreso anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Médica (American Society of Clinical Oncology, ASCO). La presentación tuvo lugar en una sesión educativa dedicada a la “alianza” con los pacientes, tema principal de la edición 2023 del congreso.
Martínez es también el nombre de un libro educativo de la ASCO publicado en mayo de 2023 y dedicado al tema de la creación de una alianza con pacientes y cuidadores dentro de la vía asistencial del cáncer.
Crear una conexión
El idioma es, sin duda, una de las principales barreras para acceder a una atención de buena calidad y una de las claves para reducir lo que se ha denominado "desconexión" entre lo que surge de los ensayos clínicos y lo que llega al paciente en su itinerario asistencial.
El estudio HOLA, citado por Martínez en su presentación, confirma la importancia de que exista una concordancia de idioma entre paciente y médico. En el estudio los pacientes hispanohablantes recibieron seguimiento por médicos bilingües o por médicos angloparlantes asistidos por un intérprete. Los pacientes del grupo atendido por médicos bilingües se mostraron en general más satisfechos y, sobre todo, hicieron más preguntas. "Esto último es un aspecto crucial para lograr una buena calidad asistencial", explica Martínez.
Además del idioma, muchos otros factores pueden influir en la calidad de la atención. El nivel de estudios también cuenta, aunque las personas con mayor nivel educativo no siempre son los pacientes más fáciles de seguir y con los que es más fácil entablar una conversación. “Según mi experiencia, los médicos suelen ser los pacientes más difíciles: en algunos casos confían en el colega que les trata, pero en otros quieren intervenir en la decisión terapéutica, creando a veces situaciones complejas de gestionar", comenta Massimo Di Maio, Catedrático de Oncología Médica de la Universidad de Turín y Director de Oncología Médica de la Azienda Ospedaliera Ordine Mauriziano de Turín.
El “nudo” de los estudios clínicos
También se habló de los ensayos clínicos y de las diferencias históricas en la inclusión de personas pertenecientes a minorías étnicas y culturales en las distintas fases de la investigación. "La población blanca siempre ha sido la más representada en los ensayos clínicos", recuerda Martínez, quien explica que existen múltiples barreras que limitan la inclusión de las minorías.
Los pacientes se quejan sobre todo de los problemas de concordancia lingüística y cultural y de la dificultad para establecer una relación de confianza con el médico, sobre todo si no hablan el mismo idioma. Por su parte, los médicos hablan de la dificultad de entender el idioma, pero también de percibir las necesidades y los temores de los pacientes. ¿Qué se puede hacer? Experiencias anteriores con la comunidad hispana han demostrado, por ejemplo, que un médico bilingüe puede mejorar la inscripción de pacientes hispanos en los ensayos clínicos, pero el trabajo que queda por hacer es definitivamente complejo y se necesita una implicación global: del médico, de los cuidadores y de toda la comunidad.
"Las palabras clave para crear esta conexión fundamental entre médico y paciente son tiempo para la comunicación, escucha (de las necesidades individuales, punto de vista) y respeto", señala Di Maio. "Al menos en Italia, todavía es muy habitual que esta atención y la creación de una verdadera asociación se dejen a la iniciativa del individuo", añade el experto, que también es el autor principal de las primeras guías de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) sobre las medidas de resultados comunicados por los pacientes (PROM, por sus siglas en inglés), una herramienta útil para la participación y el empoderamiento de los pacientes.
Este contenido fue publicado originalmente en Univadis Italia.
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