AEDV 2022–Reacciones cutáneas posvacunación anti-COVID-19

  • Carla Nieto Martínez

  • Maria Baena
  • Conference Report
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MADRID, ESP. Las manifestaciones cutáneas de la COVID-19 fueron uno de los temas relevantes presentados en varias sesiones del 49º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), donde los especialistas coincidieron en que con las últimas variantes del SARS-CoV-2 se han visto menos alteraciones en la piel asociadas a este virus y pusieron de relieve los resultados de la investigación más destacable realizada en esta línea, cuyos resultados se presentaron en este foro.[1,2]

En el estudio llevado a cabo por dermatólogos españoles con el apoyo de la Academia Española de Dermatología y Venereología se analizaron las reacciones cutáneas asociadas a la vacuna contra la COVID-19.

La Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles, en Madrid, España, y una de las autoras de la investigación, manifestó: "Se trata del primer estudio que analiza un número importante de casos valorados por dermatólogos e ilustrados con imágenes clínicas de las manifestaciones dermatológicas provocadas como reacción a estas vacunas".

Asimismo, la especialista comentó a Medscape en español que el estudio se efectuó durante los primeros meses de la vacunación contra la COVID-19 y se planteó como la continuación del estudio COVID Piel (publicado en British Journal of Dermatology en abril de 2020 y del que es autora principal), en el que se consiguió la primera clasificación de lesiones cutáneas asociadas a la COVID-19.[3]

"Los objetivos de este estudio fueron caracterizar y clasificar las reacciones cutáneas tras la vacunación, identificar su cronología y analizar las asociaciones con una serie de antecedentes: enfermedades dermatológicas y alérgicas, infección previa por SARS-CoV-2 y reacciones cutáneas asociadas a la COVID-19", apuntó la especialista, destacando que fue un trabajo en equipo en el que colaboraron numerosos dermatólogos con el apoyo de la AEDV.

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"Se realizó entre el 15 de febrero y el 12 de mayo de 2021 y se recopiló información sobre 405 reacciones de aparición durante los 21 días posteriores a cualquier dosis de las vacunas contra la COVID-19 aprobadas en ese momento en España: la de Pfizer/BioNTech, la de Moderna y la de Universidad de Oxford/AstraZeneca", añadió.

En opinión de la Dra. Galván, el estudio muestra patrones de forma muy clara y llega a conclusiones coincidentes con las de otros grupos que han realizado trabajos en esta línea: "Se describieron seis patrones de reacciones según su frecuencia. El primero es el 'brazo COVID-19', que consiste en una reacción local en el punto de inyección y se presenta casi siempre en mujeres y en un 70 % de los casos tras la inoculación del suero de Moderna. Es una manifestación que se resuelve bien y que no siempre recurre en las dosis subsiguientes. Más de la mitad es de aparición retardada: los pacientes biopsiados muestran datos de una reacción de hipersensibilidad retardada. En línea con todas las publicaciones en este sentido, se constató que esta reacción no es motivo para obviar o retrasar una dosis".

Reactivación del herpes zóster

El segundo patrón es el urticarial, que según señaló la especialista, es igual de frecuente tras la administración de todas las vacunas y se controla bien con antihistamínicos. "Se trata de un patrón muy inespecífico, lo que no impide que siga siendo frecuente. No se asoció a la ingesta de fármacos".

"El patrón morbiliforme es más frecuente tras las vacunas de Pfizer/BioNTech y de AstraZeneca. Afecta tronco y extremidades y hasta un cuarto de los casos requirió corticoesteroides sistémicos. Los patrones pápulovesicular y el similar a pitiriasis rosada son igual de frecuentes en todas las vacunas. Este último lo encontramos en un grupo de menor edad. Finalmente está el patrón purpúrico, más localizado en las extremidades y más frecuente tras las vacunas de Pfizer/BioNTechy de AstraZeneca. En la biopsia este patrón mostró vasculitis de pequeño vaso".

Con menos frecuencia se encontraron reactivaciones o aparición de novo de distintas enfermedades dermatológicas. "Las reactivaciones del virus de la varicela-zóster se observaron con una frecuencia del 13,8 %, siendo más comunes tras la vacuna de Pfizer/BioNTech. Otros estudios han corroborado este aumento del herpes zóster, aunque se ha visto que el número absoluto es bajo, por lo que los beneficios de la vacuna superan a esta eventual complicación. Al mismo tiempo y en la misma línea, se recomienda la vacunación contra el herpes zóster en los mayores de 50 años".

Otro dato revelado por el estudio consiste en que estas reacciones no fueron significativamente más graves en personas con enfermedades dermatológicas, infección previa o manifestación cutánea asociada a la COVID-19.

La Dra. Galván destacó que salvo el brazo COVID-19, estos patrones se encontraban entre los asociados a la enfermedad, "lo que respalda que no demuestra que la reacción inmune del húesped a la infección estaba desempeñando un papel".

Más afectación en mujeres y jóvenes

"En cuanto a la seudoperniosis, está poco representada en nuestra serie: 0,7 % frente al 2 % en el registro americano. Aunque la asociación SARS-CoV-2-seudoperniosis ni su fisiopatología están claras, el planteamiento es que si en la infección esta manifestación se relaciona con la respuesta inmunitaria del húesped, la seudoperniosis después de la vacunación también podría estar vinculada a la respuesta inmunitaria a la vacuna", afirmó la Dra. Galván.

Respecto al hecho reflejado en el estudio de que muchas de estas reacciones son más intensas en mujeres, la Dra. Galván argumentó: "Antes de empezar a usar estas vacunas ya sabíamos que las de ARN mensajero (un potente activador de la inmunidad innata) inducen reacciones frecuentes, que los adyuvantes y excipientes (polietilenglicol y polisorbato) también las generan y que en la reactogenicidad influyen otros factores, entre los que tenemos edad y sexo, siendo más frecuentes las reacciones en personas más jóvenes y en mujeres. Esta puede ser una de las razones implicadas en que el brazo COVID-19 sea mucho más frecuente en la población femenina y que el 80 % de todas las reacciones que se recogieron sucediera en mujeres".

En relación a las diferencias observadas en cuanto al tipo de manifestación en función del tipo de suero inoculado, la Dra. Galván destacó: "Algunas reacciones son igual de frecuentes tras cualquiera de las vacunas; sin embargo, otras no, como sucede con el brazo COVID-19 para la vacuna de Moderna o las reactivaciones del virus del herpes, más frecuente tras la vacuna de Pfizer/BioNTech".

"Sin duda, detrás de estas diferencias se encuentran particularidades en la reacción inmunitaria suscitada por cada una de las vacunas y su composición, incluyendo los excipientes", puntualizó.

Respecto al hecho de que estas reacciones fueron iguales en toda la pauta vacunal o han variado de intensidad en función de la dosis, la Dra. Galván respondió: "En nuestro estudio, igual que en los llevados a cabo por otros grupos, no hubo diferencias significativas en cuanto a frecuencia tras la primera y la segunda dosis. Un dato a tener en cuenta es que por el diseño temporal de nuestro estudio y el momento en el que se hizo no se pudieron recoger reacciones tras segundas dosis de AstraZeneca".

"En general las manifestaciones han sido leves y se han controlado bien. Muchas de ellas no se repitieron tras la segunda dosis y la gran mayoría no impidió completar el esquema de vacunación, pero no hay que perder de vista que el 20 % de estas manifestaciones fue valorado por el dermatólogo como grave o muy grave", añadió la especialista.

Finalmente y sobre los siguientes pasos que está previsto dar en esta línea de investigación, la Dra. Galván comentó: "Estamos pendientes de la evolución de los casos comunicados y de las reacciones que puedan surgir, aunque de momento nuestro grupo no tiene ningún estudio abierto. Lo más importante ahora es estar alerta y comunicar en los sistemas de farmacovigilancia, en los registros abiertos y en la literatura científica los datos observados, con el fin de generar evidencia".

La Dra. Galván ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue publicado originalmente en Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.