AEDV 2022 –Dermatología española: entre la "reconstrucción" pospandemia y el reto de las enfermedades emergentes

  • Carla Nieto Martínez

  • Maria Baena
  • Noticias de Medscape
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MADRID, ESP. Entre el "disfrute" del buen momento presente y la recuperación de las consecuencias que la pandemia de la COVID-19 ha tenido tanto para los pacientes como para esta especialidad: este es el escenario que define actualmente a la dermatología española, como se reflejó en la presentación del 49º Congreso de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), celebrado en Málaga entre el 1 y el 4 de junio.

"Felizmente la dermatología en España está viviendo un magnífico momento debido a varias circunstancias: los avances, la incorporación de la tecnología más puntera y el aumento de la cartera de servicios que los dermatólogos ofrecemos a la sociedad han propiciado que nuestra especialidad haya dado importantes pasos en los últimos años. Asimismo, durante la pandemia el papel de los dermatólogos españoles ha sido crucial, tanto en la investigación sobre las manifestaciones de la COVID-19 y de las vacunas en la piel como en el mantenimiento de las consultas y la actividad para atender a nuestros pacientes", comentó el Dr. Pedro Jaén, presidente saliente de la Academia Española de Dermatología y Venereología.

El Dr. Jaén señaló que en el contexto internacional los dermatólogos españoles lideran campos como el cáncer de piel o la dermatología pediátrica y recordó que la Academia Española de Dermatología y Venereología, fundada en 1909, es la sociedad médico-científica más antigua de España.

La Dra. Yolanda Gilaberte, presidenta electa de la asociación y jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, comentó: "Este marco ha propiciado que la dermatología sea una especialidad en auge; este año, el número uno en el examen de formación sanitaria especializada, eligió dermatología, en línea con la tendencia de los últimos años. Además fue la primera especialidad en agotar sus plazas y entre los primeros expedientes, cerca de 20 % ha elegido dermatología, que ha sido de las especialidades más demandadas".

La "cara B" de este momento está marcada por los efectos de la COVID-19 tanto en la patología dermatológica como en la labor asistencial. "Después de la pandemia el reto de los dermatólogos es que nuestros pacientes sean atendidos en el menor tiempo y de la mejor forma posible, lo que implica reducir los tiempos de espera, sobre todo para las intervenciones quirúrgicas de tumores, para así mejorar el pronóstico", señaló el Dr. Jaén.

"Secuelas" de la COVID-19 en la especialidad

La Dra. Gilaberte destacó: "La COVID-19 ha hecho que haya un retraso en el diagnóstico del cáncer de piel, de forma que actualmente estamos viendo tumores en estadios más avanzados que antes de la crisis sanitaria, de ahí que uno de nuestros objetivos prioritarios sea recuperar al 100 % la actividad científica y asistencial".

Estas y otras repercusiones asistenciales se analizaron en profundidad en la sesión Actualización del impacto de la COVID-19 en la epidemiología dermatológica y estrategias de prevención en la consulta.[1] En este foro, el Dr. Agustín Buendía, director de las campañas de la Fundación Piel Sana, recordó que en el primer año de la pandemia la redistribución de los servicios sanitarios, junto al temor de los pacientes a poder ser contagiados, llevó a una disminución de los diagnósticos de cáncer de piel en general y de melanoma en particular. Esta disminución de los melanomas in situ y el incremento de los melanomas con peor estadiaje tumoral, con aumento del espesor de Breslow y del número de mitosis, es lo que conlleva una menor sobrevida del paciente.

El Dr. Buendía explicó que otro efecto "colateral" de la situación pandémica fue la necesidad imperiosa por parte de la población de exponerse al sol tras el confinamiento, que en algunos casos se ha hecho sin la fotoadaptación previa que se realiza cada año, de forma progresiva "y ello se ha traducido en un aumento de quemaduras solares que puede dar lugar a una mayor incidencia de melanomas el día de mañana".

En la misma sesión, la Dra. Cristina Galván, dermatóloga del Hospital Universitario de Móstoles, en Madrid, afirmó: "Ya nos hemos acostumbrado a vivir con el SARS-CoV-2, pero todavía hay muchas incógnitas por resolver, no solo en lo que respecta a actuar frente a esta pandemia, sino también en cuanto a enfrentar otras eventuales enfermedades víricas emergentes con las que nos podemos encontrar".

La Dra. Galván hizo hincapié en que tanto la COVID-19 como las vacunas frente a esta tienen manifestaciones y reacciones cutáneas y también implicaciones que inciden en el manejo de nuestros pacientes dermatológicos y de aquellos sometidos a tratamientos que modifican la inmunidad. No hay ninguna duda de que el SARS-CoV-2 también atañe a los dermatólogos.

En opinión de los participantes en esta sesión, en el momento actual la actividad dermatológica se ha recuperado casi totalmente, aunque existe todavía reticencia por parte de la población a acudir a la consulta. "Nos acercamos a una situación próxima a los estándares prepandemia y afortunadamente podemos decir que estamos trabajando con normalidad y que la evolución de la pandemia no está modificando ahora mismo el perfil y el número de pacientes que atendemos o tratamos", apuntó la Dra. Galván.

Viruela símica como paradigma de las enfermedades emergentes

Además de la detección tardía de patologías, especialmente las oncológicas y otras circunstancias propiciadas por la pandemia, como la falta de acceso a tratamientos innovadores, en la era pos-COVID-19, los dermatólogos están haciendo frente a situaciones como la irrupción de enfermedades emergentes, concretamente el repunte de los casos de sarna o escabiosis y el brote epidémico de la viruela símica.

En el caso de la viruela símica, como se puso de relieve en la presentación del congreso, los dermatólogos fueron los primeros especialistas en detectar los casos de esta enfermedad, que en los últimos meses ha "saltado" de África, donde ya estaba presente, a varios países europeos, con Gran Bretaña (302 personas positivas) y España (225) a la cabeza: "La fiebre y las adenopatías son síntomas muy genéricos de cualquier viriasis, pero las manifestaciones más características de la viruela símica son las cutáneas, al igual que ocurría con la viruela ‘antigua’, sobre todo la que presenta pústulas, de ahí que el papel de dermatología sea clave para el diagnóstico diferencial. Actualmente gran parte de los casos está siendo y será diagnosticada y atendida en los Servicios de Dermatología", comentó la Dra. Gilaberte.

La especialista agregó que actualmente se sabe que el origen de este brote se trata de una zoonosis en la que en principio el contagio de humano a humano no era lo más típico, "pero se desconoce si esto ha cambiado y si es previsible que la contagiosidad de humano a humano sea cada vez mayor. Hay que esperar a los estudios que tienen en marcha los microbiólogos y epidemiólogos para conocer mejor el desarrollo de este brote, pero en este escenario, el papel de los dermatólogos, además de hacer el diagnóstico diferencial, será clave en la descripción de la enfermedad, como se está manifestando y en la elaboración de protocolos".

En este sentido, la Academia Española de Dermatología y Venereología, en colaboración con otras sociedades científicas de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (FACME), ha participado en la elaboración de una Guía de Diagnóstico Diferencial de las Lesiones Cutáneas de la Viruela del Mono.[2]

El regreso de las campañas

Tras la crisis sanitaria se han reanudado varias actividades dirigidas a la población que son paradigmáticas de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Es el caso de la Campaña Euromelanoma, puesta en marcha por la Fundación Piel Sana y que había estado en stand by a causa de la pandemia.[3]
Uno de los ejes de esta campaña es la realización de exploraciones gratuitas por parte de dermatólogos de la academia de forma presencial en diferentes provincias españolas, previa cita en línea.
El objetivo de la edición de este año (que se llevará a cabo durante todo el mes de junio) es fomentar el "escaneo" periódico de la piel para detectar cualquier alteración a tiempo, un mensaje sobre el que es fundamental concienciar a la población, sobre todo teniendo en cuenta que la tasa de incidencia del cáncer de piel se ha duplicado en España en las últimas décadas, manifestaron los responsables de la campaña.
Otra campaña puesta en marcha para la promoción de la salud es Siempre con gana, dirigida a adolescentes y jóvenes de entre 14 y 20 años, con el objetivo de prevenir las infecciones de transmisión sexual que en los últimos años han aumentado de forma exponencial debido a factores como la banalización del riesgo, como explicaron sus responsables. La iniciativa se está llevando a cabo a través de redes sociales valiéndose de música trap y otros recursos para llegar a los más jóvenes.

Código ético y de Buen Gobierno

Otro aspecto destacable de este congreso es la aprobación del Código Ético y de Buen Gobierno de la academia, que en palabras del Dr. Jorge Soto, director de la Fundación Piel Sana, es un instrumento por el que la academia y la fundación se sitúan a la vanguardia de las sociedades científicas en España.

"En la actualidad existe un movimiento global para regular la actividad de las sociedades científicas desde el punto de vista ético. Nosotros lo hemos hecho a través de un código con los máximos estándares de exigencia, rigor y con unos principios éticos firmes, que siempre son los que ha mantenido la Academia Española de Dermatología y Venereología, pero que ahora se plasman en un soporte para las futuras juntas directivas de la academia".

Entre los puntos a destacar incluidos en el código se encuentran los requisitos a cumplir en la redacción de la guía de práctica clínica, la organización y financiación de las actividades formativas promovidas desde la academia, la prestación de servicios de información, la capacitación y asignación de fondos, las relaciones con la industria y la enunciación de conflictos de interés de los directivos de la academia y de la Fundación Piel Sana, "todo ello dirigido a mantener el máximo rigor y transparencia en sus actividades de toda índole, omitiendo influencias externas comerciales o de otro tipo y siempre buscando preservar el máximo nivel científico en la asistencia y en la información a la población", apuntó el Dr. Soto.

Los doctores Jaén, Gilaberte, Buendía, Soto y Galván han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

Este contenido fue publicado originalmente en Medscape en español, parte de la Red Profesional de Medscape.